♡ Mini one-shot ♡
ɴᴀʀʀᴀᴅᴏʀᴀ;
El invierno había llegado al igual que la llegada de tu novio, ghost.
Si bien habían formalizado su relación hace no muy poco, la frialdad y el mal humor de él no se le habían quitado ni siquiera al estar contigo. Esa actitud siempre te afectaba al principio llegando hasta el punto de creer que solo estaba contigo por pena, pero, eso no era así. Un día se sentaron a conversar, como de costumbre, tu eras la que más hablabas, eso a él no le molestaba, de cierta manera a el le encantaba oírte hablar cualquier tontería. En esa conversación, tu quisiste dar un paso más acerca de su privacidad, querías saber por qué el detestaba el afecto físico o solo decir algo bonito, y el te lo dijo.
De lo poco te respondió, te dolió. Saber el por qué no demostraba afecto o no decía algo reconfortante hacia alguien especial era simplemente por que nadie se lo había demostrado, solo maltrato.
Si bien ghost no le cuenta nada de su vida pasada ni a su mejor amigo soap, demostraba que el confiaba plenamente en tí como para contarte eso.
....
La tormenta llegó al lugar en donde tu estabas viviendo, las ventanas recibían las fuertes ráfagas de viento de la nieve mientra la espesa niebla tapaba todo a su paso.
Habías hecho fuego en la chimenea de el gran living de la casa, el fuego emanaba su calidez en cada rincón del primer piso por lo que decidiste preparar algo caliente para cuando llegue ghost.
ɴᴀʀʀᴀɴᴅᴏ: ______.
Checando que el fuego ni se apague, coloco el hervidor a calentar y a poner una taza en la mesita al lado del fuego.
Aunque el fuego hizo su función y temperó todo el primer piso de la casa, aun mi cuerpo temblaba. Fuí rápidamente al segundo piso, que por cierto, esta demasiado helado, fui a la gran recámara y escogí mi pijama de invierno que es peludo.
Antes de bajar me aseguré de encender los calefactores de calor en la gran recámara y en el pasillo, con eso listo, bajé para esperar aquél militar.
Unos rasguños resonaron en la puerta principal, rápidamente me levanto y voy hacia la puerta para abrirla.
Y cuando la abro, casi se me iba el alma.
—hola, ___..—saludó tratando de taparse la gran herida del brazo.
—santo dios, ¿que te hicieron?—pregunté asustada al ver todo su brazo en sangre.
—no es nada, he tenido heridas mucho peores—contestó.
—¿no es nada? Tienes tu brazo lleno de sangre! —exclamé asustada mientras lo jalaba del brazo sano para que se siente al lado del fuego.
—Riley, vamos, entra—le dije al canino para que no se muera de frío esta noche.
El rápidamente ese va al lado del fuego a dormir.
—tómate el té que te preparé mientras voy por un kit de primeros auxilios—le dije antes de subir rápido las escaleras.
ɴᴀʀʀᴀɴᴅᴏ: ɢʜᴏsᴛ.
No alcancé a llamarla por que se fue como una bala al segundo piso.
