Viento.

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Las memorias suelen venir a mí más de lo que me gustaría; el presente siempre te sacará abruptamente del pasado, la vida tiene muchas formas de presentarse, muchos caminos... Y sin embargo, nunca entendí la necesidad de recordarme que estoy por detrás de lo que se considera humanidad, yo en estos momentos no soy Yuuji Itadori: el chico de secundaria... En realidad, dejé de serlo hace mucho.

En estos momentos no alcanzo a completar los requisitos del concepto que se tiene de humanidad.

Siempre enfrenté mis problemas de alguna u otra forma, acepté que mi abuelo moriría, que yo moriría por ser el recipiente de Sukuna. Es un hecho para los hechiceros saber que en cualquier momento... habrá una baja. Alguien debe salir lastimado.

"¿El viento huye o persigue?" Nunca tuve la respuesta a esa pregunta, abuelo. Han pasado años, y aún así... No tengo esa respuesta.

Supongo que son preguntas que se responden en cuanto tienes que afrontar la verdad.

Uno a uno, la muerte ha sido capaz de quitarme todo lo que he conseguido... No es fácil para mi no poder derramar alguna lagrima por los caídos, somos personas después de todo... Algunos tienen familia, tienen sueños, tienen esperanzas.

¿Y no es esperanza lo más humano de todo? La fe en que todo terminará bien, y sonará deprimente, pero creo que mi historia no tendrá un final feliz, creo que mi esperanza se ha agotado.

Uno a uno, la muerte logra encontrar a todos aquellos que han estado a mi lado.

Kento Nanami... Era estrictamente serio, en realidad, parecía no disfrutar estar aquí. La única razón por la que siguió adelante fue por su esperanza... La esperanza en que todo terminaría bien, la esperanza de detener una guerra eterna... La esperanza de que yo podría hacer algo.

Lo vi luchando contra maldiciones poderosas, logró salir vencedor contra la mayoría. Y sin embargo, la esperanza no fue suficiente cómo para que el esté aquí luchando. El no fue capaz de alcanzar el viento, sus sueños y esperanzas fueron despedazados en un instante... Y no pude hacer nada.

Nobara Kugisaki... Mi amiga, mi hermana. Era ruidosa, y sin embargo... Tenía una gran motivación, ella quería cambiar el mundo, tanto como Nanami, tanto como yo. Y en esos momentos, la esperanza no se sintió tan lejana, eran unos cuantos escalones para llegar a la cima... Si.

Creo que en lo poco que he podido descansar, he vuelto a ver su rostro viéndome de forma tranquila en sueños. Puedo verla diciéndome que no estuvo tan mal... Y entonces muriendo frente a mi, y nuevamente, la esperanza no fue suficiente.

Sin duda hubiera sido un gran apoyo ahora... Pero no pudo cambiar el rumbo del viento.

Choso... Mi hermano mayor. Otra persona que depositó sus sueños y esperanzas en mí, que murió como maldición, para renacer cómo un humano. Se aferró a la esperanza de una victoria, luchó hasta que su cuerpo no pudo más... Y entonces se repitió la misma historia.

El viento lo derrumbó.

Satoru Gojo... El hechicero más fuerte, que logró caer a manos de Sukuna. Fue un símbolo de esperanza para todos... inclusive si muchos daban por hecho su derrota, yo... decidí tener esperanza. Yo aposté mi vida a su victoria...

¿No es irónico que después de decir que todos aquellos que tuvieron esperanza en mi murieron... Y ahora yo esté hablando de tener esperanza a alguien?

Ya pueden imaginar el resultado.

Gojō sensei fue una persona fuerte... Pasó por muchas cosas, sobrevivió a pesar de todo. Tomó el título cómo el hechicero más fuerte, protegió a todo el que pudo. Vivió de forma honorable.

Y quizá por eso me estoy negando a creer lo que mis ojos me muestran, sé que es la verdad, pero mi corazón se aprieta y se rehúsa a creer que el mundo de la hechicería haya caído tan bajo en el abismo.

Nunca entendí a profundidad porque Gojo sensei estaba tan obsesionado con destruir el sistema de los altos mandos, y construirlo de nuevo. Podía tener nociones, podía ver la superficie, y era bastante malo.

Pero ahora he llegado a lo más profundo del iceberg, ahora puedo darme cuenta del legado que Gojo Satoru quería dejar... El quería que esto no ocurriera.

No solo he perdido a Gojo sensei en este momento, también perderé a Yuta... Y no puedo hacer nada para evitarlo.

Sensei... ¿Puedes oírme? ¿Puedes escuchar mi corazón queriendo salir de mi pecho? ¿Puedes sentir el dolor que tengo que reprimir?

Contengo las lágrimas, ahogo los gritos de rabia, cierro los ojos, tratando de recomponerme, tratando de enfocarme en terminar una guerra que arrastra generaciones tan viejas cómo el tiempo. Mi estómago se revuelve con las ganas de vomitar.

¿Cuanto tiempo podre continuar? Hasta el viento más fuerte... eventualmente termina.

Sensei... ¿Alguna vez pudiste dejar atrás el viento?





Viento... 》Yuuji Itadori.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora