El sábado por la noche, Daniel y Clara se encontraron en un pequeño restaurante italiano que Daniel había recomendado. La velada comenzó con risas y anécdotas, y pronto se sintieron como viejos amigos.
"Este lugar es encantador", dijo Clara, mirando alrededor del restaurante lleno de velas y flores.
"Lo descubrí hace poco y pensé que te gustaría. Tiene un ambiente muy acogedor, como tu café", respondió Daniel.