C E R O

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Este no era mi año, definitivamente no lo era. No se como voy a sobrevivir otros 7 meses sin matarme primero. Mayo lo estaba sintiendo eterno. 

Estaba sola. 

En enero me fui de casa (en realidad me echaron, pero nadie creía mi versión, solo la de mi papá), viví un mes entero con mi tía y cuando todo estaba "mejorando", mi dulce y amoroso novio me termina, 4 días antes de mi cumpleaños número 21. 

Desde entonces estoy peor. Podía soportar el abandono de mi padre, me había dejado desde hace mucho tiempo, pero no podía con el de mi novio Alex. Sin duda era mi lugar seguro, era MI persona. Pero bueno, creo que al final del día solo es alguien que estuvo ahí y se fue. 

Ahora tenía que trabajar, había perdido el ingreso de mi papá. Así que si quería tener internet para hacer mis tareas y comida en el refrigerador, tenía que trabajar 6 días a la semana. 

Eso había logrado que envejeciera como 10 años, me la pasaba cansada y sin ganas de nada. La única persona que me hacía sentir que todo iba a estar bien, no estaba ahí. 

Me deje caer en la cama después de haber tomado una ducha nocturna y me puse a pensar, era lo ultimo que debía de hacer. Sin embargo, no podía evitar que todas esas imágenes mentales cayeran como cascada por mi mente. Quería detenerlas, quería solamente apagar mi cerebro por un rato y poder disfrutar de una noche sin tener que torturarme. 

Recordé como era mi vida antes de esto, como era yo antes de todo esto. 

Era mucho más feliz, eso sin duda. No tenía muchas preocupaciones, ni obligaciones.

Deseaba con toda mi alma volver a ese momento, deseaba completamente ser feliz. Pero, ¿estaba dispuesta a volver a pasar lo mismo? porque claramente iba a pasar, yo sabía que iba a pasarme y no podía evitarlo.

¿O si podía? 

Cerré mis ojos para disponerme a dormir, cerré mis ojos deseando volver a tener 16. 

DieciséisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora