the naga's cave.
Izuku odiaba las tormentas.
Odiaba cómo la marea se embrabecía y creaba olas enormes, haciéndole casi imposible el poder nadar cerca de la superficie, pues la corriente solía arrastrarlo sin piedad hasta perderlo en arrecifes que no conocía.
Para su mala suerte, justo era la temporada de tormentas.
Semanas y semanas de fuertes aguaceros que alteraban la calma del océano, llenando el cielo de rayos y relámpagos que se reflejaban en el agua, pero también llenando el mar abierto de olas gigantescas que destruían todo a su paso.
En esa época, Izuku veía más barcos hundirse de lo que veía el resto del año. Pero, también en esa época, Izuku se veía obligado a nadar por las profundidades, alejándose de las tempestades que alteraban las aguas de la superficie.
Y él odiaba nadar profundo, lo hacía sentir más solitario de lo que estaba.
Para ser un tritón (criaturas hurañas que evitaban ser vistas por los terrestres) él amaba asomarse por la superficie e inhalar el aire fresco, mirar el cielo y sentir su cabeza calentarse por los rayos del sol.
Pero en temporadas como esa él solía pasar largos meses en mar adentro, donde la oscuridad reinaba y el agua era más fría, más turbulenta.
Lo odiaba.
Por eso mismo, cuando escuchó los primeros truenos romper el cielo esa tarde, decidió tomar otra dirección. En vez de nadar mar adentro, donde su tranquilidad sería asegurada, nadó hacia el Este, solo lo suficientemente profundo para que las corrientes de la tormenta no le arrastraran.
Recorrió el territorio con cautela, descubriendo un hermoso arrecife de coral que nunca había visitado y se prometió volver allí cuando la temporada de tormentas pasara, si es que las corrientes embravecidas no lo destruían antes.
Luego de horas explorando, visualizó la entrada de una cueva, así que nadó en esa dirección con cuidado, fijándose de que ninguna bestia territorial saliera de la nada a correrlo lejos para reclamar esa cueva como suya.
Cuando se dió cuenta de que nadie iba a atacarlo, se adentró con más confianza a la cueva, sintiendo el agradable cambio de temperatura en el agua. Nadó alrededor, explorando aquel conveniente escondite con emoción hasta que emergió del agua, respirando el aire frío de la cueva y apreciando la pequeña porción de piedra que simulaba un pequeño islote en el medio.
Tuvo intenciones de acercarse al islote para sentarse en la roca y dejar que el fresco viento le acariciara el rostro, pero una inesperada ondulación en el agua le hizo ponerse alerta. Se sumergió hasta que solo sus ojos y su cabello fueron visibles y se quedó quieto, esperando a ver quién o qué había sido el causante de aquella ondulación.
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the naga's cave | dekubaku
FanfictionIzuku es un tritón solitario que se adentra a una cueva para refugiarse de la temporada de tormentas pensando en que no molestará a nadie. Grande es su sorpresa cuando, de hecho, descubre que ha irrumpido el territorio de una agresiva y peligrosa n...