Prólogo

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En un mundo donde el 80% de la población posee habilidades especiales conocidas como Quirks, Izuku Midoriya nació con una herencia única que cambiaría su vida para siempre. Desde sus primeros días, sus padres, Hisashi y Inko Midoriya, notaron algo peculiar en él. A diferencia de otros niños, Izuku manifestaba dos habilidades extraordinarias que le conferían un poder sin precedentes.

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Cuando Izuku tenía apenas tres años, sus padres decidieron llevarlo a un especialista en Quirks debido a las manifestaciones inusuales de su poder. A diferencia de otros niños que apenas mostraban pequeñas habilidades, Izuku podía manipular el espacio a su alrededor y sus ojos brillaban con un resplandor azul.

El doctor observó a Izuku con fascinación después de realizar varias pruebas. "Su hijo tiene dos Quirks extremadamente raros: el Infinito, que le permite controlar el espacio a su alrededor con una precisión asombrosa, y los Seis Ojos, una capacidad visual que le otorga una percepción extremadamente aguda del entorno."

Hisashi, con una expresión de sorpresa, preguntó: "¿Cómo es posible que tenga estos poderes?"

El doctor sonrió ligeramente. "Parece que su Quirk, el Infinito, es una evolución avanzada del Quirk de telequinesis de su madre, permitiéndole no solo mover objetos con la mente, sino controlar el espacio mismo. En cuanto a los Seis Ojos, es un Quirk extremadamente raro y poderoso que puede haber surgido como una mutación espontánea o ser una manifestación de algún antepasado lejano cuyo poder se ha reactivado en Izuku."

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TIME SKIP 2 AÑOS

Con el paso del tiempo, izuku fue entendiendo un poco más su quirk, entendia como funcionaba su infinito, pero con los seis ojos aún no se acostumbraba.

En la escuela primaria, mientras otros niños mostraban sus primeros Quirks, Izuku ya podía controlar el espacio a su alrededor con una precisión inquietante. Un día, en el patio de la escuela, los niños se reunieron alrededor de Izuku, fascinados por su capacidad para detener objetos en el aire antes de que pudieran tocarlo.

"¡Hazlo otra vez, Izuku!", exclamó uno de sus compañeros.

Izuku, con seis años, sonrió confiado. "Claro, pero no se acostumbren," dijo, levantando una mano y deteniendo un balón que venía volando hacia él, haciéndolo flotar en el aire antes de devolverlo suavemente.

Entre los niños estaba Katsuki Bakugo, su compañero de clase y autoproclamado rival. Bakugo desde que despertó su quirk fue alguien arrogante y egocentrico, por eso la presencia de Izuku lo desafiaba de una manera que nadie más lo hacía.

"¡No te creas mejor que yo solo por algo tan simple como detener un balón!", gritó Bakugo, sus manos chisporroteando con explosiones.

Izuku simplemente se encogió de hombros, una sonrisa despreocupada en su rostro. "No es un truco, Kacchan. Solo es el poder del más fuerte ."

"Deja de decir que eres el más fuerte" grito el rubio molesto por la autoproclamación de izuku

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"Con que bakugou buscándote pelea de nuevo" dijo la madre de izuku mientras lavaba los platos de la cena

Izuku sonrió despreocupado " así es el, no acepta que sea más fuerte que el" dijo mientras caminaba hacia su habitación

Izuku al llegar a su cuarto se tiró a su cama mientras pensaba en el funcionamiento de su quirk ocular.

" A parte de ver la energía de la gente... no entiendo otra manera de usarla" mientras se levantaba y comenzaba a flotar gracias a su infinito

Izuku comenzó a ver a su alrededor notando varias firmas de energía

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