Estrella de Venus

Capítulo 1

Otra mañana más, despertando con mi cuerpo perlado en sudor, respiración agitada y con mi corazón bombeando a mil.
Otra vez con la misma pesadilla, con aquel bucle de recuerdos ardientes en dolor, dolor a causa de aquellas palabras clavadas en mi mente por ser tan filosas, palabras que salían de quien tendría que protegerme y amarme. Esa persona se ponía en mi contra, yo...¿no era importante acaso?

🥀

Recuerdo que estaba tendido en mi cama, adormilado, mi mente estaba en blanco. No pensaba, ni sentía nada. En algún punto de mis sueños percibí un peso ajeno y un aróma que invadia todo mi alrededor, no le di importancia hasta que sentí como unas manos acariciar descaradamente mi cuerpo. Aguanté la respiración, no quería gritar...me asustaba el hecho de pensar que pasaría después. Nadie me creerían, ella no me creería

🥀

Logré abrir mis ojos pero al momento de querer hacer algo, me di cuenta de que mis músculos estaban entumecidos, simplemente no podía moverme. Miraba aterrorizado toda la oscuridad de mi pequeño cuarto, cada objeto, cada rincón. Un tristes silencio acompañado de miedo me daba la sensación de ser observado y acosado.
De repente el fuerte sonido de la alarma me hizo despertar del trance en el que estaba, me pude parar de la cama y fue ahí cuando el miedo recorrió todo mi cuerpo, erizando mi piel con el suave aire del frio.
Me dirigí a la ventana, abriendo las cortinas, dejando así entrar el fresco aire mañanero. Todo estaba nublado, el sol aún no salía. Cuando dirigí la vista al reloj me sorprendió al dictar las 5am, para aprobechar el tiempo salí a correr...algo que nunca hacía. Me puse una casaca y salí, no me tome la molestia de arreglarme...hace mucho que no lo hacía. Sentía como el aire iba acariciando mi rostro, mis pálidas manos se encontraban helada. No le di mayor importancia y me puse a correr, correr hasta que mis piernas no pudiesen más. Necesitaba safarme de todos los pensamientos que me consumian, lo necesitaba, estube ahí unas 2 horas...descansando y corriendo, descansando y corriendo, una secuencia que se repetía una y otra y otra vez.
Regresé a mi pequeño departamento, sintiendo mi garganta tan seca como un desierto.

Empecé a prepararme para mi jornada laboral, otro día más en el famoso "Néctar Cafetero" , una gran cafetería en el centro de Milán en la cual trabajaba de medio tiempo pues necesitaba sustentar mis gastos. Estaba en la cafetería recostado en la caja esperando a clientes, era muy temprano, casi nadie iba a esas horas.

                 --------Luan---------

Entré a la cafetería y lo primero que vi fue a un chico rubio, alto, con el cabello lacio, con una triste mirada perdida y con los ojos azules mas hermosos que haya visto. Me quede contemplándolo un rato hasta que cruzamos miradas, tenía una mirada tan profunda, tan sincera...

Sirius- buenos días joven, ¿qué desea pedir?

Luan- Ah...buenos...buenos días, deme un capuchino, por favor.

Sirius- Claro, ahora se lo traigo.

Su voz, su mirada, su sonrisa, su perfume, esa fragancia que me dejaba perplejo. Un aroma tan singular, tan...adictivo. La frescura de su ser, la elegancia de su caminar era ridículamente cautivante. Tenía claro que esta no sería la última vez que me encontraría con aquel joven.

Aunque de alguna forma le causaba miedo pensar eso...sonaba muy...¿obsesionado?,  una parte de él estaba consciente de eso pero otra parte no le importaba eso. Tal vez solo quería sentir algo diferente y aferrarse a la primera persona que lo trataba bien, como tenía momentos de lucidez, también tenía momentos de "locura" por nombrarlo de alguna forma. Sabía que estaba mal y quería aceptarlo pero a la vez...no. Esto tal vez no estaría pasando si "eso" no le hubiese pasado. Tal vez sería lo que el considera "normal", alguien que no necesita de nadie, para ser...feliz.