Faltaban cinco días para mi boda con Temari y quería invitarla a una cita, nuestra última cita como novios....
Estaba esperándola fuera de su hospedaje mientras miraba las nubes. Antes quería ser una de ellas, pero ahora había una mujer que me mantenía atado aquí.
Debía admitir que estaba muy nervioso con lo de la cita, quería que saliera perfecta, ¿pero si discutíamos y no se quería presentar a la boda?
—Idiota —murmuré para mí mismo.
—¿Quién es idiota?
—¡Temari! —me sobresalté—. N-nadie es idiota, sólo recordé una estupidez que Naruto me dijo hoy.
Era buena la excusa. Naruto a veces decía cosas muy poco cuerdas.
—Olvídalo, problemática. Mejor vámonos, de lo contrario será más difícil encontrar a los ciervos.
Agarré su mano para llevarla al lugar de la cita, pero ella me detuvo.
—¿Ciervos? ¿A dónde vamos? —preguntó confundida.
—Qué fastidio —suspiré—. Es una sorpresa, no te diré.
Retomé el camino y ella se dejó guiar. Ninguno dijo palabra alguna durante el camino.
La llevé a las afueras de Konoha y me adentré con ella en el bosque de mi clan.
Había tenido que pedir permiso para poder llevarla y, al ser mi prometida, no me pusieron drama.
En un cierto punto me detuve y me giré para mirarla, aún sostenía su mano.
Su rostro confundido la hacía ver hermosa.
—Shikamaru —murmuró—, ¿dónde estamos?
—Estamos en el bosque de mi clan —respondí con una sonrisa.
—¡¿Ah?! ¡Pero si yo necesito permiso para estar aquí! —exclamó, preocupada.
Su reacción me pareció adorable y sólo pude reír. Me gané una buena mirada asesina de su parte.
—¿De qué te ríes, vago? —preguntó sombría.
Mi risa se detuvo y sonreí de lado.
—Mujer, no te traería aquí sin permiso. Me regañaría mi clan y tú me mandarías a volar por irresponsable.
Me acerqué a ella y besé brevemente sus labios, ella se sonrojó ligeramente.
—Es muy hermoso...... y grande —opinó mientras miraba a su alrededor.
—Más hermosa me pareces tú —susurré en su oído y ella sólo rió.
—Me agrada la idea de pasar la tarde aquí y más si es contigo —mencionó con una sonrisa.
Me limité a sonreirle. Si bien pasaríamos la tarde ahí luego tenía planeada una cena en nuestro futuro hogar.
Cuando decimos que viviríamos en aquella casa ella me comentó que le gustaría hacer algo en ella antes de la boda, una fiesta, una pijamada, lo que fuera. Pero con todo lo de la boda no se había podido.
Le había encargado a Ino la preparación de la cena y ella, obviamente, aceptó gustosa.
Sentí mi cuerpo tensarse. Ino bromeó con que arreglaría también la habitación, ¿realmente lo haría? ¿Y si Temari descubría la habitación ambientada y se enojaba porque pensaba que yo tenía esas intenciones con ella?
—¿Te pasa algo? —me cuestionó con brusquedad.
—No, nada. Ven, te voy a mostrar a los ciervos —tomé su mano y me dirigí a un claro del bosque.
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Nuestra última cita
RomanceTemari y Shikamaru están a pocos días de casarse, pero ¿cómo habrá sido su última cita antes de casarse? Hoy te vengo a contar una idea que cruzó mi cabeza de cómo podría haber sido y vengo a contártela. Esta idea es completamente mía y espero que l...