🐈‍⬛ ˙ ∝ ◠◡ 𝚕𝚎 𝓢𝚘𝚛𝚌𝚎𝚕𝚎𝚞𝚛 𝚍𝚎 𝓟𝚊𝚛𝚒𝚜 ﹌ ܀ ˠ ʚ🌑

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Caminaba con enojo fuera de su vista. No me caía bien, y al parecer el tampoco me tenía en alta estima. No importaba, me daba igual  la opinión de la sirena rockero. Sus vibras eran tan extrañas, una marea de una melodía calmada, me recuerda a ese lugar donde se hacen masajes con su música relajante combinada con un acuario.

Raro, simplemente raro. Ese chico era mucha libertad para mi, yo se como voy a disfrutar mi libertad, poco a poco con encanto y paciencia que mi padre nunca me dejó disfrutar, así era el plan.

Llegando a mi casa lo primero que hice fue comerme un pastelillo y recostarme en la cama, preparandome para dormir. Decidí emplear sonidos de agua para consiliar mi sueño, últimamente era muy difícil hacerlo.

Cerré mis ojos lentamente dejándome llevar por el sonido de las olas del mar relajando mi mente.

- Por que sueñas conmigo? - Esa voz molesta... Me tendría que molestar hasta en mis sueños? Me hice a un lado de la cama tratando de volver a dormir

Cerré los ojos, parpadeaba levemente estando a punto de volver a mi sueño cuando de repente me encontré ahogandome por el mar despertandome de a golpe, mi sorpresa fue al ver no sólo que no estaba en mi cama. Estaba levantado en una habitación blanca llenado por los sonidos cálidos del mar

Suspire, estaba cansado y realmente ni siquiera sabía que hacer ahí. Empece a caminar notando que estaba en un acuario muy elegante, las peceras estaban llenas de peces hermosos de todos los tamaños y colores. Me detuve un momento en cuanto me encontré con un ajolote.

Estaba en una pecera muy grande. Roce mis dedos con la gran pecera, una mano ligeramente más grande que la mía se midió desde dentro de la pecera. Claramente me sorprendí dando varios pasos para atrás, note rápidamente que era el rockero. Pelo azul, ojos celestes y sonrisa de adicto, sin duda era el.

Miro su mano unos segundos antes de verme nuevamente a mi, me sentía en una película de terror con el estúpido sonido relajante del mar. Dijo unas palabras, no entendí absolutamente nada pero no me importaba seguí caminando al lado de la pecera gigante que llenaba toda la pared antes de llegar a otra habitación. Luka me seguía con su gran cola de sirena de un color metálico entre azul obscuro y Aqua, seguía hablando aunque a este punto solo me hacia idiota como si no notará que hablará.

Frustrado Luka se sumergió bajo el agua desapareciendo de mi vista, Aleluya!

Entre a la otra habitación encontrándome con otro cambio drástico en mi ambiente. Una habitación completamente obscura alumbrado por la estatua de cera de mi primo. Que tenía ese pastel para hacerme ver todo esto!? Sea lo que sea estaba muy potente.

Me acerque a la estatua mirándolo de arriba para abajo, analizaba la estatua a pies a cabeza muy al Fondo por que mi mentalidad me decía que ese no era una simple figura de mi primo, seguramente era el mismo preparándose para asustarme

Pero ahí estaba un impulso, el sonido tranquilo del agua se convirtió en música Jazz y tal cual fuera una marioneta empece a dar vueltas alrededor de la figura. Zapateando y bailando alrededor de Adrien, no me daba cuenta que poco a poco la Sala se hundía de agua, estaba muy concentrado con mi baile.

Poco a poco dejó de llegar a mis pies a pasar a mi cintura, pero no interrumpía mi baile era como si no me pasará absolutamente nada y eso me fascinaba. Cada que bailó sonreía y esa no era la excepción, cada vuelta cada pisotón o movimiento de mis manos lo disfrutaba como nunca antes

La canción término junto a mi danza desprevenida y ahí note mi situación bajo el agua

Caminar no podía, al parecer lo único que me protegía del agua era el baile de Jazz de hace un momento, no podía ni respirar me maldecia internamente.

Tratando de caminar y dirigirme a la siguiente habitación note como Luka volvía, maldije internamente aunque note que este tomó primero la figura de Adrien rompiendola ligeramente, se veía frustrado de no poder llevársela entera y eso me causaba mucha curiosidad. Cuando logró moverla noto mi presencia, nos miramos directamente a los ojos por unos segundos

- . . . - No dijo nada y yo no podía. Se veía muy sorprendido tanto así que soltó la estatua rompiendola en pedazos

Rápidamente se acercó a mi yo trate de alejarme aunque apesar del forcejeo no pude evitar que me besaría los labios. Que asco, sentí mucho repudio hacia el aunque gracias a eso pude respirar y hablar bajo el agua, lo mire nuevamente.

- De que te escapas? - Pregunto. Su tono tranquilo y relajado estaba y se escuchaba con claridad. - Tienes miedo de la libertad? - Mire a mi alrededor notando que ahora lo único que se escuchaba era aquella voz. Ni el mar ni una canción, solamente aquella voz Serena que me llamaba la atención de alguna manera

- No.... La libertad es todo lo que yo quiero....

- Y la quieres.... Por tu papá o tu mamá? - que pregunta era esa. Obviamente lo mire enojado, estaba a punto de irme cuando escuche nuevamente su voz - Es por tu padre. No es así? Tienes miedo por que te recuerdo a tu padre? Es eso? -

- . . . Tu.... No te pareces en nada a el! No te compares no eres nada tu y el... -

- Tu sabes lo que hizo.... - Lo se. Se exactamente lo que hizo.... - Pero no quieres aceptarlo, o me equívoco? Tu solo me vez como era tu padre contigo. Te recuerdo a como era el contigo. - Eres solo una voz de mi conciencia - Era un buen padre, aunque no era una buena persona. - Eres una tortura para mi mente. - Por eso escapas de mi. No escapas de la libertad, escapas del recuerdo que tengo de tu padre. Félix, Félix, Félix... Acaso eres un cobarde? - No. No lo soy

- Cierra la boca sirena - Me digne a hablar. Ni siquiera me voltee a mirarlo, simplemente corrí lejos nadando lo más rápido que pude, pero el no se detendría. Me seguía y seguía hablando. - Tu sabes que no soy una sirena. Me haz investigado, Luka couffaine, recuerdas mi nombre?. A diferencia de los demás sientes celos, verdad? - Cerré los ojos con fuerza y en cuanto los abrí note que tenía a la sirena frente mío, pero había una diferencia que me daba escalofríos. Sus ojos no estaban, solamente había cuencas vacías de un color obscuro y penetrante. Ya no pude contener las lágrimas de mis ojos, fue muy raro llorar bajo el agua

- Que quieres de mi!? - Le grite a esa cosa. Incluso sin ojos sentía su mirada en mi, el era más alargado, casi idéntico al original.

Tomó con ambas manos mi nuca acariciando ligeramente mi cabeza. Empezó a reír, su risa era dulce e inocente incluso a pesar de su rostro sin ojos y alargado

- Te amo... - Me susurro, cuando lo escuche rápidamente lo mire, su sonrisa no mostraba empatía ante mis súplicas de que parará. Su rostro se alargó más y más preparándose para embutir mi rostro.

Con eso término mi sueño, si es que así se le podía llamar. Estaba agitado, sudaba mucho y por poco hasta mojaba la cama.