Todo el jardín estaba lleno de gente, gente que no había visto en mi vida, tampoco veía a mi hermano, la música molestaba a mis tímpanos pero aún así entre. Le pregunté a un desconocido que vi nada más entrar
-¿Has visto a Alessandro?- Dije preocupada.
-Iras de broma, ¡Sin él no hay fiesta?- Y mis ojos de perrito llorando se volvieron un volcán en erupción.
-Dime dónde está.- Dije ardiendo
-¿Eres su hermana, Rina?- Y otra vez ese sentimiento de odio y rabia me llenó.
-¡Soy K-A-R-I-N-A! Dime dónde está mi hermano, YA-
-Perdón gatita pero tu hermano me dio a mi y a todos 100$ para no hablarte- El odio se apoderaba de mi.
-Te doy 500$- Dije gritándole en la cara.
-Todo fondo en el centro, seguramente.-
-Gracias, ya te ha costado- Odiaba que aquí en Los Ángeles todo era dinero.
Ande y ande casi corriendo por el jardín que parecía eterno hasta verlo, otra vez casi me desmayo.
Estaba besuqueando a una chica mientras todos aplaudían cosa que yo mire extrañada de todo.
-¿Tu hermano es una pieza verdad?- Me dijo el chico de antes y yo le mire respondiendo todo pero entonces este me empujó hacia atrás donde estaba la increíble piscina y en menos de 2 segundos sentí el frío recorriendo mis venas.
Algo que no sabían era que era nadadora profesional ya unnie fuera una piscina de 25 metros en 10 segundos estaba en las escaleras pero sabía que el vestido me haría visible el cuerpo y mientras vi todas las miradas en mi cuerpo sentí otra vez que el corazón se me paraba. Era mi hermano.
Me estaba envolviendo en una toalla.-¡IROS TODOS YA!- Gritó tan alto que casi me dejo sin tímpanos y en menos de 2 minutos no había ni un mosquito en el jardín, solo él y yo.
-¿Estás bien?- Pero yo no podía hablar por la rabia.
-Déjame por favor, yo no me meto en tu vida y tu no en la mía, ¿recuerdas?-
-Venga ven- Dijo levantándome y sin darme cuenta me agarró todo el cuerpo y ya estábamos en las escaleras pero el frío me estaba matando.
Entramos a mi habitación y me empezó a quitar el vestido.
-¡¿PERO TÚ?!- Grité
-Tranquila fresa que solo te voy a echar agua caliente-
Y me sentí tan cómoda que simplemente quite los brazos y me callé mientras me llevaba a la ducha, solo estaba en ropa interior pero me dio igual.
Llevaba el mejor conjunto que tenía, era negro y un encaje perfecto.Después de un tiempo me termino y me seco con una toalla mientras me ponía otro vestido, este era aún más corto dado que era verano y ahora tenía más calor y el seguía solo en pantalón sin camiseta.
-¿Tomamos algo?- Me dijo, cosa que me sorprendió dado que casi nunca quería hablar conmigo.
-Claro- Dije más cómoda que nunca, y en verdad esta vez sí pude respirar tranquila.
Bajamos las escaleras y ya estábamos en el sofá y ahí había vino, yo ya estaba un poco borracha porque antes había tomado y Alessandro estaba igual.
Seguimos tomando y tomando, ya eran las 00:23 de la mañana pero los dos estábamos riéndonos y compartiendo sonrisas, también estábamos ya que no contábamos ni el tiempo.
-Creo que hay que dormir- Dijo con la voz más ronca que le había oído nunca
-Yo también- Le respondí tranquila.
Subimos a mi habitación y nos quitamos los zapatos.
-¿Qué haces aquí?- Le pregunté ronca también
-No te voy a dejar sola, quizá te tiras por la ventana- Dijo sintiéndome y los dos empezamos a reírnos como locos y me sentí por primera vez cómoda con él, me sentí como mi hermano real y como siempre había soñado, estábamos riéndonos y burlándose de mí entre bromas hasta que por fin nos tumbamos en la cama y nos miramos el uno al otro.
Cuando estaba apunto de dormirme sentí sus labios, sentí un fuego en mi cuerpo, en llamas. Abrí los ojos y ya me había agarrado de la cadera y yo ya volví a cerrar los ojos acercándome a su cuerpo.
Nuestros cuerpos ya estaban pegados y nuestros labios se movían sincronizados. Ya no tenía el vestido puesto y él tampoco los pantalones, ambos estábamos en ropa interior y en llamas. Nuestros cuerpos estaban en incendio pero ya ninguna nota de agua podía apagar nuestro incendio.
Seguimos así hasta que ya estaba cansada.
-¿Dormimos?- Dije casi bostezando
-Durmamos.- Dijo él quitando sus manos de mi y entonces nos dormimos los dos en sincronización pero los dos con una sonrisa más real que todo.Me desperté desnuda en mi habitación y cuando mire a mi lado no había nadie, rápidamente me vestí con una camiseta que me llegaba más abajo de la cadera y unos pantalones vaqueros que casi no se veían por la camiseta, sin bañarme y solo me mire un poco al espejo y sorpresa, tenía la peor cara que había visto en todo lo que llevo de vida. Me puse un poco de base rezando para que no se notara y salí disparada de mi habitación hacia la puerta de Alessandro.
-Porfavor que no te hayas ido, por favor.- Dije casi con los ojos cerrados y...¡sorpresa!Se había ido.
Maldije en voz alta mientras me sujetaba en el marco de la puerta aguantando mi cabeza, entre a la habitación y me sorprendió que todas las paredes estaban llenas de fotos de motos y de Barcelona cosa que me puso triste por un momento, porque sentí otra vez el sentimiento de haberlo echado a perder todo, la nostalgia, la rabia. Me rompían.
Di unos pasos más y toda la habitación era gris y negra a comparación de la mía, la cama estaba perfectamente hecha y toda la habitación olía a...
A fresa.
Eso me hizo dar un paso atrás y joder.Me choque con alguien, rezaba para que fuera mi padre, Brianna o cualquier otra persona en el mundo que Liam o Alessandro.
Me di la vuelta rogando al mundo que no me haga esto y por estas razones yo creo que el mundo me odia.Era Alessandro.
Su pecho desnudo pero sus ojos profundamente marrones oscuros y sin expresar nada, su pelo negro y sus 190 centímetros, icónico.
-Fresa, ya te puedes ir marchando- Dijo con un tono que hasta yo me arrepentí de haber nacido.
-¿Por?- Me hice la inocente fingiendo que no recordaba nada de anoche.
-Fresa, no lo vuelvo a repetir- Sus ojos seguían sin expresar absolutamente nada, como siempre.
-¿Y?- Pero alguien me empujó hacia fuera, miré detrás de Alessandro y había una chica rubia con ojos verdes que nunca había visto en mi vida, y que por cierto parecía una Barbie recién comprada.Antes de que me diera cuenta estaba fuera de la habitación y estaba mirando a mi hermano directamente, me sonrió como un psicópata y me dio el portazo de mi vida.
Volví cansada a mi habitación y cerré la puerta suavemente porque no tenía fuerzas para nada. Nada más entrar me derrumbé en el suelo con los ojos llorosos y rojos, ya no veía nada, todo era oscuridad y mis sollozos cada vez eran más fuertes. Pero ya estaba acostumbrada.
Me mire en el espejo y vi la figura que todos los días de mi vida había odiado tanto, eso me hizo aún llorar más. Había ido a tantos centros psiquiátricos y psicólogos que perdía la cuenta. Ninguno logró ayudarme.Me acostumbre al dolor.
Me acostumbre al dormir rogando no despertar
Me acostumbre a llorar en silencio
Me acostumbre a sentirme segura por fuera
y insegura por dentro
Me acostumbre a sobrepensar hasta mi existencia
Me acostumbre a llorar sin razón
Me acostumbre a marearme
Me acostumbre a las críticas
Me acostumbre al dolorMe acostumbre a dejar de vivir y sobrevivir.
Ya estaba en el suelo tumbada llorando y con un dolor físico y mental que no podía ni hablar, estaba dando gritos pero nadie los oía. Me desmayé.
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SENTIRTE - 1 Saga Arte
Short StorySENTIRTE es la primera obra de Ale Loureiro y también la primera obra de la Saga "Arte" adéntrate en el mundo de Karina y Alessandro... ¿Te declaras un "Artista"?...