Last resort

Losing my mind

Losing my sight, losing my mind
Wish somebody would tell me I'm fine
Nothing's alright, nothing is fine
I'm running and I'm crying

I can't go on living this way

Can't go on
Living this way
Nothing's alright

El gran premio de Mónaco había terminado con la primera victoria para el piloto de casa : Charles Leclerc. Max había finalizado en 6to ya que no pudo concentrarse debido a que su mente estaba con Sergio, el cuál dijo que se adelantaría a su departamento  en Mónaco una vez que terminara de dar las entrevistas, Max acepto la propuesta pero una preocupación se alojó en su mente, sentía que Sergio no estaba tan bien como decía, le urgía irse de ese lugar pero el destino le jugo una mala pasada y tardo más de lo esperado.

Cuando por fin le dieron luz verde corrió a toda velocidad ignorado a a cualquier que se le pusiera enfrente, al llegar al departamento del mexicano, subió por el elevador y al llegar al penthouse de este tocó el timbre pero no hubo respuesta siguió tocando con insistencia pero seguía sin respuesta y entonces lo recordó Sergio le había dado una copia de su tarjeta electrónica para cualquier emergencia, la busco en su mochila que cargaba en esos momentos y la encontró.

Al entrar al departamento todo era oscuridad y sin señal alguna del mexicano, entro a la habitación de este y un olor muy conocido le golpeó la nariz: el olor a sangre.
Encendió las luces y vio como en la alfombra había rastros de esta que conducían hacia el baño principal, el cuál al tratar de abrir la puerta no cedió.

M: Sergio!! Amor!! Abre la puerta!! Sergio!! No... Por favor!!

Max golpeó la puerta con desesperación pero no cedía a sus golpes, podía ver la sangre fresca salir de debajo de está y golpeó con todas su fuerzas hasta que está cedió y la escena que se presento frente a sus ojos lo hizo caer de rodillas llorando con desesperación.

Sergio

Estoy harto de lo mismo de siempre, solo tomaron 3 minutos para decidir que fue maniobra de carrera, "maniobra de carrera" casi me mata fue lo que le dije a mi entrenador pero el me dijo que no había nada más que hacer que así lo había decidido la Fia y si quería podría pedir una aclaración pero todo sería inútil, ya no valía la pena segur luchando. Vi por el monitor que Max no avanzaba en la carrera, sentó su frustración cuando me había consolado y supe que yo había sido el culpable de que el se sintiera así. No podía seguir arrastrándolo conmigo, el debía de ser feliz y tener muchos triunfos, yo solo soy un estorbo.

He decidido dejar que sea feliz, quizás en alguna otra vida seamos felices.

Llegué al departamento que tengo en Mónaco, las paredes adornadas con fotos de nosotros, nuestros triunfos anteriores, como me gustaría que esos tiempos regresarán ahí era feliz mi Max. Ahorita solo veo preocupación y frustración y yo soy el culpable de todo.

Me dirijo a la recámara, testigo de tantas horas de amor y promesas que no cumpliré. Disculpa por faltar a ellas y sobretodo a la más importante a nuestro pequeño pedacito de cielo que nunca se nos fue dado.

Sigo caminando al baño con la mente nublada por los calmantes que he tomado en exceso y al mirarme al espejo solo veo la sombra del hombre que antes fui, este no es el hombre del que tú te enamoraste Maxie, este es solo un caparazón y al ser solo un despojo de mi viejo yo estos cortes no dolerán.

La cuchilla de afeitar se hunde en la piel de mis muñecas y siento humedad salir de ellas, primero una y luego la otra, siento paz.

Mi último pensamiento es para ti mi querido Maxie, te amo más que a mi  propia vida y como último sacrificio te doy tu libertad, se feliz me dulce colibrí.

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