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El crepúsculo caía sobre Desembarco del Rey, sumiendo a la ciudad en un manto de sombras, tristeza y un silencio inquietante, roto solo por los susurros y sollozos de la familia que se encontraba en la Fortaleza Roja.

En lo alto de la Torre de la Mano, una figura solitaria se encontraba al borde de un destino trágico.

Helaena Targaryen, la reina que nunca quiso ser, la mujer de espíritu delicado y alma atormentada, se asomaba al vacío desde la ventana de sus aposentos. Su mirada estaba perdida, atrapada en un abismo de dolor y desesperación. Las sombras de la noche se reflejaban en sus ojos, testigos mudos de una tormenta interna que no podía calmar.

Desde la muerte de su hijo a manos de sangre & queso, Helaena había caído en una profunda tristeza. La pérdida de su hijo Jaehaerys la había destrozado, y mas sal le echaba a la herida la fortaleza que ahora la aprisionaba, lugar donde nunca se sintio segura y amada... lugar donde le arrebataron a su propio hijo y no fue capaz de hacer.... algo.

—Jaehaerys... mi —La voz apenas audible de la reina se trabo, y las lagrimas que aguantaban sus ojos amenazaban con  derramarse— .. perdóname. No fui capaz de protegerte. No fui capaz de .... de este destino cruel.... de...

la reina consorte ni siquiera podia articular oracion coherente a este punto.

su dolor la cegaba y atormentaba en todos los sentidos.

Helaena, con el corazón roto y el espíritu aplastado por el peso de la culpa y la impotencia, se sentía más sola que nunca. Bueno, Siempre se había sentido así, Pero ahora la soledad.. El dolor era muchísimo más grande... mas aterrador... mas asfixiante.

se Había convertido en una reina de un trono que sabía bien que no le correspondía, y tampoco quería.

una madre incapaz de proteger a sus hijos y una esposa atrapada en un matrimonio de conveniencia y manipulación con ....

A medida que la noche avanzaba, los pensamientos de Helaena se volvieron más oscuros. La única salida que veía para escapar de su dolor era un acto final de desesperación. Con una resolución desesperada, se dirigió hacia el borde de la ventana. Los recuerdos de su vida, una mezcla de momentos felices y desgarradores, pasaron ante sus ojos.

—Si no puedo—Con voz temblorosa—... encontrar paz en esta vida, quizás en la siguiente pueda ser una mejor hermana... una mejor madre.... una mejor Helaena."

Con un último suspiro, Helaena se lanzó al vacío. El viento helado de la noche la envolvió, y en esos breves instantes, sintió una extraña liberación. El suelo cubierto de de estacas afiladas la recibió con una frialdad implacable, poniendo fin a su tormento.

Helaena Targaryen creyó que por fin iba a terminar su tormento llamado Vida.

pero otros planes estaban pensados para ella.

En un destello de luz dorada y cálida, Helaena Targaryen emergió de la oscuridad de la muerte, encontrándose en un espacio etéreo que desafiaba toda descripción. No era un lugar en sí, sino más bien una amalgama de sensaciones y energías que la rodeaban, envolviéndola en una atmósfera etérea y mística. Confundida y aturdida, se incorporó lentamente, sintiendo una presencia divina que la observaba con atención.

Fue entonces cuando las figuras de los dioses valyrios se materializaron ante ella, sus formas resplandecientes y sus ojos centelleantes con sabiduría ancestral. Helaena se sintió abrumada por la majestuosidad y el poder que emanaban de ellos, su corazón latiendo con fuerza en su pecho mientras esperaba con reverencia sus palabras.

—Helaena Targaryen —, resonó la voz de los dioses en un coro armonioso que parecía vibrar en el aire mismo.—has sido renacida por nuestro designio para una tarea de gran trascendencia—. Las palabras reverberaron en lo más profundo de su ser, llenándola de una sensación ... inexplicable para ella.

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⏰ Última actualización: May 26 ⏰

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"Los guardianes del legado: Helaena y los Targaryen " Donde viven las historias. Descúbrelo ahora