"...y si yo me he equivocado, por mi Dios que esta saldado desde el día en que te tuve y que te amé."
La vida de Min Yoongi un chico millonario y park JiMin un doncel con una vida muy común, se encuentran entrelazadas, al conocerce logran encontrar...
Y si yo me he equivocado Por mi Dios que esta saldado desde el dia en que te tuve y que te ame.
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—Ma…mañana…¿te veré mañana?—JiMin volvió a mirar a YoonGi, solo asintió levemente, YoonGi entonces se quedó sin ideas. —Bueno…yo…entonces te veré mañana…
JiMin acomodó su mochila, dándose vuelta, caminando hacia la salida.
YoonGi no fue detrás de él, esperaría hasta mañana, mañana le vería.
YoonGi no supo por qué, no tenía explicación alguna pero, la incertidumbre aterrizó en él ¿por qué sentía un nudo en la garganta?
Algo parecido al miedo hormigeaba en la yema de sus dedos y en el pecho.
Solo debía esperar hasta que JiMin le perdonara.
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15 de Julio del 2000.
—No quiero volverte a ver...por favor.
Las palabras dichas por aquella mujer se clavaron en los oídos de la señora Min, dando paso a la histeria.
—De verdad quiero ver a mi hijo. —la voz de aquella mujer sonaba desesperada.
La negativa seguía, la mujer frente a ella se negaba a ceder. —Lo diste en adopción, ya no lo querías, yo no quiero que él te vea... su mamá soy yo.
La señora Min negó, el aroma a diversos perfumes se intensificaba, parecían ser cada vez mas amargos, justo como la noticia de no volver a ver a su pequeño hijo.
La señora Park era ese tipo de persona que con solo una palabra podría intimidar, pese a que solo era una vendedora de perfumes en un pequeño local, situado en una de los michas franquicias pertenecientes a los Min.
Supo ChaeRim que ni sus suplicas podían derribar la firme decisión de la mujer frente a ella.
—Solo quisiera que él supiera que yo soy su mamá...quiero verlo, por favor.
La mirada de la señora Park es furiosa, las palabras son tomadas a ofensa y posteriormente el rechazo evidente en su rostro.
—No tengo intención de que veas a mi hijo, JiMin no es nada tuyo, te agradezco que lo hayas traído al mundo... pero... no quiero que su familia esté cerca de él, conozco como son ustedes, son crueles con los que son diferentes. —Dice por último, tomando la decisión de cerrar su área de trabajo.
