la historia de la ocuridad

El olor de las rosas y compromiso

Aún recuerdo el olor de mi madre era tan suave, calido y te tranquilizaba olia a rosas mojadas en plena primavera a olor de lavandas, rosas era un olor indescriptible con un movimiento de su pelo conseguia un relevo de olor fresco, suabe y tan apacible como aquella brisa en verano, aquel olor del que nunca te cansarias, con el simple olor de su pelo sabias quien era aquella mujer que paseaba, un día que dejo su trabajo y quiso estar conmigo todo el día me llevo a tomar un helado y dijo con voz clara y tan dulce como cual caramelo derritiendose en tu boca y dijo:

-Cariño te tengo que presentar a una persona muy especial-dijo esvozando una sonrisa sobre su bello rostro-

-¿A quién mamá?-dije con gran curiosidad frunciendo un poco la ceja-

En ese momento vi a una persona detrás suya muy elegante de unos treinta años de edad con barba corta, con grandes ojos azules, se arrodillaba frente a mi madre con unas flores en ese momento saco un anillo de diamantes y dijo:

-¿Te quieres casar conmigo?- se le veia muy nervioso y a la vez ilusionado-

-Cariño, si si quiero-dijo mi madre entre lagrimas, muy impresionada y llevandose las manos a la boca-

el en ese momento esvozo una sonrisa sobre su bello rostro, se dirijio hacia mi y dijo:

-Así que esta es la pequeña de la que tanto me has hablado, te he traido una cosa -dijo acariciandome el pelo con sus dedos largos, finos y firmes-

-¿Que es?¿Como te llamas?-dije muy inquietada-

-Miralo tu misma, mi nombre es Alex

Me dio un regalo envuelto con tela blanca, lo abri muy ilusionada era el vestido mas bonito que había visto en mi vida con flores y tan bonito

-Dije muchas gracias

-Denada, solo a sido un pequeño detalle