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Valentine

Alastor: Demisexual
Lucifer: Bisexual
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A mi primer y único amor...

Las muestras de afecto nunca fueron algo habitual en mi hogar.

Crecí en una casa donde el cariño se escondía tras puertas cerradas, reemplazado por gritos y reproches.

Los ecos de las discusiones entre mis padres resonaban en cada rincón, y yo, con mi corazón joven y frágil, buscaba refugio inútilmente bajo mi cama, cubriendo mis oídos en un intento desesperado por escapar de aquella tormenta emocional.

El único amor que conocí y atesoré fue el de mi madre.

Mi bella y amada madre, cuánto desearía que pudieras conocerla.

Era una mujer de una belleza serena, con cabello castaño, suave y ondulado que siempre olía a flores frescas.

Solía llevarlo recogido en un chongo alto, pero cuando lo dejaba suelto, era un espectáculo maravilloso que nunca dejaba de admirar.

Su piel canela y sus ojos de miel irradiaban calidez y amor, pero lo que más atesoro y guardaré por siempre en lo profundo de mi corazón es su sonrisa.

Esa sonrisa que iluminaba incluso los días más oscuros, una sonrisa que nunca se desvanecía, sin importar si el sol brillaba o si la lluvia caía.

“Nunca estás completo sin una sonrisa”, es lo que siempre decía, y mi lema hoy en día.

Crecí como un joven educado, buscando enorgullecerla, pero en mi corazón albergaba un profundo resentimiento hacia mi padre, por tratar a esa hermosa mujer con tanto desprecio y dureza.

Nunca entendí cómo mi madre, con toda su bondad y belleza, terminó al lado de un patán.

Teniendo como ejemplo a mis padres, el amor nunca fue de mi interés. Por el contrario, lo evité a toda costa, temeroso de repetir los mismos errores.

Rechacé cualquier muestra de afecto que no proviniera de mi madre y me aislé, dejando atrás la idea de algún día amar a alguien.

Pensé que estaba bien así, pues nunca sentí que me faltara nada. El amor de mi madre me bastaba, y creía que no necesitaba nada más.

Mi llegada a esta ciudad no fue sorpresa para mí; sabía que debía responsabilizarme por mis actos. Sin embargo, nunca esperé lo que el destino tenía preparado para mí.

De repente, como en un abrir y cerrar de ojos, entraste en mi vida sin darme tiempo a reaccionar o huir.

Me entregaste tu amor y afecto de una manera tan sincera que no tuve más opción que aceptarlo. Debo admitir que al principio fue extraño y desconcertante.

Tus halagos me dejaban sin palabras, y no sabía cómo responder. En esos momentos me sentía perdido, sin saber qué hacer.

Pero lo intenté, y aunque al principio sentí miedo, pronto comprendí que tenía algo precioso que perder: tú.

Decidí aceptarlo, y ahora me cuesta creer que seas mío y todo lo que hemos pasado.

Si te soy completamente honesto, aún me pongo nervioso al escucharte decir

“Te amo”.

Mis huesos tiemblan y mi corazón comienza a latir sin obediencia alguna.

Aunque dejó de obedecerme hace mucho tiempo, mis latidos dejaron de pertenecerme, pues se volvieron tuyo completamente.

Mi piel se eriza y mi estómago se llena de mariposas cada vez que estás cerca.

Nunca imaginé que expresaría estas palabras, pero con el tiempo, me sorprendo a mí mismo con mi manera de actuar.

El contacto físico nunca fue de mi agrado, pero cuando me abrazas, siento que puedo volar. Tus besos son cálidos y me llenan de una manera que nunca podré explicar con claridad.

Mostrarme vulnerable jamás estuvo en mis planes, pero si es contigo, no me importa volver a ser un pequeño he indefenso infante.

Siento como si estuviera al borde de un ataque al corazón, y no puedo evitar preguntarme cómo terminé en esta situación.

A través de esta carta, quiero que sepas lo profundamente que has tocado mi alma.

Mi bello ángel, te has adueñado de mi corazón, y soy inmensamente feliz a tu lado.

Feliz Día de San Valentín, mi amor.

Siempre tuyo...

Alastor —

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N/A:

Me puse poética, jajaja...

Este shot esta inspirado en la canción

"Valentine" de Laufey

Si conocen la canción, de seguro encontrarán un que otra referencia, y si gustan escucharla mientras leen quizás mejorara su experiencia.

El estilo de escritura y el porque es una carta es simple.

Alastor murió por ahí de los años 40/50 si no estoy mal.

Desde siempre me ha gustado mucho la vibe de esos años, he incluso mas atrás como la epoca victoriana.

Un detalle que toda la vida amare es la despedida que los caballeros en ese entonces escribían en sus cartas, específicamente cuando iban dirigidas a sus amadas.

"Siempre tuyo" una frase corta y quizás simple, pero que siempre me hace emocionar 🫠

En fin, creo que eran todos los "datos" que quería dar.

Son exactamente las 2:58 am..

Definitivamente mi inspiración viene cuando quiere jaja

En fin, espero les haya gustado el shot y nos vemos la próxima.

— Alex —