Capítulo 18.

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Skip this part – Kelly Clarkson

Nerea

Demian había decidido ir en el auto de Paul, parecían haber hecho amistad mientras estuvieron hablando a solas en los columpios. Adam y yo escuchábamos música mientras íbamos al departamento de Ellis, ambos estábamos en silencio, pero podía sentir lo triste que estaba.

—¿Has hablado con ella?

—No.

—¿Al menos has intentado llamarle?

—No, porque sé que no me contestará —miré por la ventana. Los hombres a veces me parecían idiotas.

—Deberías intentarlo, porque he invitado a Paul mañana a la finca y ha aceptado —Adam me miró de reojo y noté cómo apretaba sus manos en torno al volante.

—¿Qué se supone que le diga? —recargué mi cara en la ventana—. ¿Cómo convencerla de venir a conocer a mis padres cuando yo fui un idiota y dejé plantados a los padres de ella?

—Una parte de mí, cree que la curiosidad de conocer a esas personas que te hicieron tanto daño la hará venir, aunque te odie en este momento...

—Ella no contestará mis llamadas —murmuró y yo alcé una ceja.

—Adam —lo miré— ¿De verdad quieres a Emily?

Apretó la quijada, luego se detuvo en un semáforo y asintió. Parecía estar demasiado avergonzado de aceptar sus sentimientos. Él no era muy abierto al respecto.

—Entonces, déjame ayudarte —sonreí y tomé mi teléfono.

Busqué su número entre mis contactos y lo pegué a mi oreja al momento del primer timbre. Después de tres timbres más, ella me contestó.

—¡Hola! —saludé, Adam siguió conduciendo.

—Hola Nerea —respondió— ¿todo bien?

—Sí —miré por la ventana, no había pensado bien en lo que diría, pero la adrenalina hablaba por mí—. Oye, mañana es el cumpleaños de papá y vamos a ir al a finca a celebrar con ellos. Paul vendrá, por supuesto tú también estás invitada...

—Uh... Nerea, no sé si lo sepas, pero... tu hermano y yo hemos terminado nuestra relación —su voz se quebraba un poco mientras hablaba. Adam permanecía en silencio, pero sabía que toda su atención estaba en nuestra conversación.

—Tonterías... ¿por qué? —pregunté interesada mientras alejaba mi teléfono de Adam y lo cambiaba de oreja.

—Bueno, porque es un idiota.

—Sí, pero eso ya lo sabías antes de salir con él —escuché su risa, al menos era un avance—. ¿Qué sucedió?

—Me dejó plantada... a mí y a mis padres —rasqué mi cabello, se escuchaba enojada—. No quiero estar con una persona que no es capaz de asumir sus responsabilidades y sus sentimientos.

—Emily —pausé—. Sé lo mucho que esto puede dolerte. No voy a decir que lo que hizo no estuvo mal, ni voy a minimizar lo que puedes sentir. Sé que si lo invitaste a conocer a tus padres fue porque de verdad planeaste tener algo especial y a largo plazo con él —podía escuchar que sollozaba—. Pero fuiste su amiga mucho tiempo antes, conociste incluso a otras chicas que salieron con él antes de ti. ¿No hizo lo mismo? ¿No escapó así cuando las cosas comenzaban a sentirse serias?

—¡Pero no pensé que me fuera a hacer lo mismo a mí!

—Emily... esta vez, no fue Adam el que terminó la relación como en todas esas veces anteriores... —ella se quedó en silencio—. Hasta donde él me contó la otra noche... fuiste tú.

El Corazón de NereaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora