ᴘᴀᴄᴛᴏ ᴅᴇ ꜱᴀɴɢʀᴇ: ʟᴀ ʙᴏᴅᴀ ᴅᴇ ʟᴀꜱ ꜰᴀᴍɪʟɪᴀꜱ ᴇɴᴇᴍɪɢᴀꜱ| ᴅᴜxɪɴᴏ

VII

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-Capitulo largo-
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-tic tac, retumbó el reloj, TANG, TANG y sonó sin pudor, era el comienzo para los dos chicos, era el día que se marcaría su destino para bien o para mal, solo eso lo decidiría el reloj, tic tac...-

-Conocer, conociéndote-

-Narrador omnisciente-

Era hoy, era el día que se iban a conocer los chicos, uno de una familia que harían lo que sea para conseguir más y más de esa infinita droga llamada poder, y otra, que eran tan doble cara como una máscara, tan desalmados comos los demonios, dos jóvenes almas pecadoras, unidas en un lazo que solo hombre y mujer deberían tener, pero si la gente decía algo era boleto seguro a la muerte. Cuya gente que piensa así, los unió, los humilló de esta manera porque como dice el dicho mejor tener a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca, un simple desacuerdo los entrelazo. Uno tan estúpido, que aún así los obligó a llevarse bien, uno que los enamoro y los mató.
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Era una madrugada calmada y fría como siempre, se podría escuchar los grillos o los sonidos de la naturaleza. Pero esto se vio interrumpido por un joven que caminaba por toda su habitación sin poder dormir, no podía ya que hoy después del almuerzo su prometido y él se conocerían, mentiría si dijera que no está nervioso puesto que tenía que impresionar a su futuro esposo, no le molestaba el asunto de casarse con el hijo de la familia que por décadas su familia estuvo en guerra con tal de que no lo viera como amenaza por el todo bien, porque si estaba el resto de su vida junto al chico que aún no conocía por lo menos quería que se llevarán el juego de manera calmada, porque creía que si lo veía como una amenaza, todo puede ir de mal en peor y eso no lo quería por el bien de su familia. Ya que todo lo romántico se encuentra en un corazón aún caliente aún botando ese líquido rojo que decía que era posible de arrancarse su corazón por el amor.

Este era el pensamiento del joven peli castaño que solo veía desde su ventana la lejanía de la costa y las pequeñas olas, había parado de caminar en círculos sin sentido, solo pensó en su futuro...

Pero por otro lado otro joven de pelo azabache había despertado en pánico, no podía dormir, el miedo y los recuerdos lo acompañaban hasta la muerte. Estaba ahora sentado viendo al piso sabiendo que día era, consciente que hoy conocería a su futuro esposo dentro de un año, él no quería esto, nada, por el simple echo creía que los matrimonios de basaban en maltratos, abusos, golpees y humillaciones; no sabía que era el amor, ni la amabilidad y mucho menos que se sentía estar con alguien, su hermano tiene su manera tan extraña de amar a Lucasta o eso cree porque ellos dos no eran de demostrar su afectos en público porque vivían en una sociedad que no estaba bien visto, entonces, no sabía cómo se trataban ellos porque incluso cerca de el ni un "te quiero" o "cuídate", se decían y ni hablar del contrato físico, nada, ni miradas, ni rozamientos, nada. No sabía que significaba las palabra "te adoro", nunca le dijeron cosas bonitas, solo sabía que quitarle la vida a las personas llenaba en si un vacío dentro de su corazón y por eso creía en toda su fe a Dios que dentro de ese matrimonio todo iba salir mal..muy mal...

Cada pensamiento es distinto, uno en su mente encontraba divertido y romántico la muerte misma, otro, que solo su mente piensa en matar por llenar un vacío.

Tan diferentes, dos polos opuestos tan compatibles como incompatibles...solo quedaría unas preguntas..

¿Quién mataría al otro primero?

¿Quién le arrancará el corazón al otro?

Unas preguntas sin respuestas...¿o si?...Bueno, lo que importa es que tenían todo el tiempo del mundo para pensar y actuar al lado del otro.
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