𝐒𝐎| ❛ 𝗔𝗻𝗲𝗹𝗶𝘆𝗮 es una soldada al servicio del Rey Arthur de Camelot, este reino se ve afectado ante la llegada de un Albion que buscaba destruirlo. No hasta que llegó el capitán de los Siete Pecados Capitales Meliodas, quien terminó con aqué...
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⋆˚⚜️˖° O1 || one chapter 恋人同士の再会 'El reencuentro entre dos amantes.'
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Al abrir sus ojos...
Aneliya cayó en cuenta que estaba en medio de un hermoso campo desierto sin alguna persona por ahí, el cielo totalmente gris acompañado de nubes extrañas que poseían las formas de torres como si gente viviesen ahí.
El viento lograba hacer mover cada mechón de su cabello largo anaranjado, extraña ante el sitio miro a todas partes hasta que vio regado por algunas partes del pasto carteles viejos de se busca con dibujos de personas.
Comenzo a recolectarlos y una vez tomara a todos, descartando a los que estaban repetidos los contó hasta tener la cifra de seis carteles en su disposición, uno más faltaba eso supuso.
¿Pero quién faltaba?
Dentro de los carteles comenzó a hojearlos notando los nombres de ciertas personas en estos; Gowther, Ban, King, Diane, Escanor y Merlin. Teniendo a este último cartel, el nombre cuyo pertenecía a su tutora, se cuestiono donde estaría o si se encontraría con su prometido; El Rey de Camelot, Arthur Pendragon.
Antes de que más dudas llenarán sus pensamientos, un cartel llegó hasta ella debido a la brisa del viento quedando justo delante de ella, se inclino hasta tomarlo teniéndolo por encima de los demás, en la parte baja decía el nombre de la persona acompañado de su respectivo dibujo.
Meliodas... Ese nombre...
Era raro la extraña sensación que tenía del solo oírlo salir de sus labios, su cuerpo se tenso y su vista no se apartaba de las letras analizándolo. Por alguna razón escucho ese nombre de algún lado... claro, el lider de los siete pecados capitales.
Solo lo logro ver una vez cuando ella y su amado rey acompañados por la maga, fuesen a hacer una "pequeña visita" al reino de Liones. Ninguno de los dos se atrevió a dirigirse la palabra ni mucho menos presentarse, la joven en cierta parte no se sentía de todo complacida de estar conviviendo con alguien de la Raza demoníaca una vez supiera la sangre que corria por las venas del rubio.
Odiaba a los demonios, los detestaba con todo su ser. Si los demonios tuvieran veinte personas que los odiaran, ella estaría entre ellos. Y si no existiera alguien quien los aborreciera, pues ella habría dejado este mundo.
Fácilmente, ella los detestaba. Y no porque le hicieran algo, si no debido a las grandes masacres y problemas causados por estos junto a las muchas vidas perdidas de personas inocentes...
Sin embargo ahora se sentía totalmente desorientada, puesto a que en su mente se trazo el retrato de este mismo muy contrario al dibujo, como si lo hubiese conocido desde ya hace mucho, la pregunta era ¿De donde?
