Intro

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El bosque siempre ha sido un lugar mágico y misterioso, un lugar donde se albergan muchos secretos, a simple vista no pareciera así pero esa es exactamente la idea. Cómo dicen, nada es lo que parece.

Las criaturas mágicas han Sido el foco principal de los exploradores a lo largo de los años, no solo de ellos si no también de gente malvada y sin corazón que no le importa dañar a los demás por conseguir lo que quieren.

Hubo una vez, hace muchos años donde un explorador logró avistar a una de estas criaturas en un pequeño arroyo, tal parecía que era una bella ninfa del bosque, cubierta de flores y muchos colores. A decir verdad era lo más precioso que sus ojos pudieron haber admirado. Quedó tan cautivado por esa ninfa que no dió aviso de su hallazgo, más bien decidió seguir observando la a escondidas, observando lo majestuosa que era a simple vista.

Con el tiempo pudo saber que se llamaba Zarina o , fue mera casualidad saberlo, fue gracias a un pequeño ciervo que lo supo. El bosque tiene muchos secretos se recordó a sí mismo esa vez.

Un día, esa bella ninfa lo confrontó.

— Cuál es tu objetivo, humano? — Preguntó la bella ninfa mientras sus manos tocaban la tierra haciendo crecer una bella dalhia.  — Sé que estás ahí, no vale la pena que te escondas, lo sé desde la primera vez que me descubriste aquí.

—Mi intenciones no son hacerle daño, en absoluto— Respondió en tono nervioso por ser descubierto.

— Entonces cuál es su objetivo?, también quieres casarme y venderme al mejor postor como lo han intentado ya muchos?.

—Para nada señorita, le prometo que no es así, solo... Solo me gusta admirarla, usted es realmente hermosa— terminó por decir el joven explorador, sin saber donde meterse por la vergüenza.

A la linda ninfa le pareció curioso...también le pareció lindo a decir verdad.

Desde entonces el joven explorador llamado Jongsuk iba con frecuencia a visitar a Zarina, con el tiempo fue descubriendo que la bella ninfa no solo podía crear naturaleza, sino que también tenia un poder curativo con cualquier ser vivo, un poder muy poco común que utilizaba para curar a sus guerreros heridos luego de enfrentar a los enemigos, también le confesó que a veces podía transformar su cuerpo a uno de más semejanza con los humanos, sin sus orejitas puntiagudas, sin las flores que brotaban de su cabello y sin el color verde esmeralda de sus ojos.

Sin querer o talvez sí, el amor fue floreciendo entre ambos, el joven Jongsuk estaba seguro de querer con todo su corazón a Zarina y ella sentía lo mismo pero el que fueran de distintos mundos la colocaba a ella en un gran dilema.

¿Debería permitirse el ser feliz? ¿Qué dirían sus pares? ¿La rechazarían luego por su decisión?. Tantas dudas le comían la mente pero decidió por sí misma.

—Ya haz pasado mucho tiempo buscando la felicidad y el bien común de los demás Zarina, ahora es tu turno de ser feliz.— Fue lo último que dijo antes de tomar su decisión.

El joven explorador decidió adentrarse con ella al bosque y vivir una vida normal, dejó a su equipo de exploradores, de vez en cuando iban a la ciudad por viveres y para no perder la costumbre.

Todo ese amor llevó a que tuvieran a un pequeño niño a quien nombraron Driades o en nombre humano Hyunjin.

FOREST    «Hyunho»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora