cap.3

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El era el redactor. Dos años después se casaron y no mudamos donde la abuela a donde Kurt.

Luego mamá tuvo a Oliver. Tatiana y Oliver llaman a Kurt- papá- Lise y yo lo llamamos abuelo y abuela.

La abuela no me justa para nada, porque ella no me quiere. El abuelo es muy simpático. El otro abuelo (el padre de papá) era también simpático, pero ahora esta totalmente anquilosado y habla muy raro.

A veces la abuela empieza a llorar, porque el abuelo dice cosas muy extrañas. Siempre habla sólo y en mi última visita me preguntó quien era y como me llamaba.

-¡Pero si es Erika! ¡Mi Erika!-sollozó la abuela.

El abuelo oye muy mal.

¡Ah si, si, si, Erika! -dijo el abuelo- ¿y quien es la niña como se llama la niña?

Después del colegio, todos los jueves, voy a donde el abuelo y la abuela. Antes Lise me acompañaba. Hasta hace un año. Hasta que el abuelo se puso así y comenzó a decir cosas raras.

Desde entonces Lise no volvió de visita. En casa de la abuela siempre hay olores, aseguró Lise. Dice que huele a repollo y papas hervidas. Yo no tengo nada en contra de esos olores. Además, el olor viene de la señora Huber, la vecina vecina de la abuela, no del repollo y de las papas.
La cocina de la abuela queda detrás de la puerta de los Huber. Y la cocina de los Huber queda exactamente detrás de la puerta de la abuela. El edificio de la abuela las cocinas no tienen ventanas. Sólo una puerta con pedacitos de vidrios ahumado que da hacia el corredor. En la parte superior hay ranuras de la ventilación. El olor de las papás y el repollo viene de las ranuras de la ventilación de la señora Huber y se filtra por las ranuras de ventilación de la abuela. La abuela no pueda hacer nada en contra de ese olor.

-¡Los prades de mi ex esposo viven espantosamente! ¡ES-PAN-TO-SA-MEN-TE! ¡Es increíble que hoy por hoy sea posible algo así!- le dijo mamá recientemente a alguien que estaba de visita. Y luego describió como se ve la cocina y el cuarto de la abuela y del abuelo. Dijo que ellos no tenían agua corriente, sino que se lavaban en una palangana plástica. Que una enorme cama matrimonial y cuatro armarios, llenos de cachivaches, llenan el cuarto y que debajo de la cama hay cientos de cajas viejas y baúles.

-¡Imaginense!-dijo-. Y en el cuarteto lleno de cosas hay una mesita. ¡La única que tienen! ¡Y sobre ella hay un gran tamo de rosas de plástico color cerdo rosado, puro cerdo rosado!

Lise estaba sentada junto a ella, cuando mamá contó esto.

Lise abrió mucho los ojos. Cuando ella se enoja es capaz de mirar como un gato. Claro cuando mamá no se da cuenta cuando Lise tiene mirada de gato. Se volvió hacia Lise y preguntó:

-¿Todavía tienen rosas de plástico?

-¡Pues ve hasta allá y averígualo, si es que tanto te interesa! -grupo Lise. Se levantó y se fue de la habitación.

Mamá la miró asombrada y le dijo a la visita que las niñas en determinada edad son siempre muy difíciles.

Entonces mamá quiso hacerme la misma pregunta. Yo le hubiera dicho que la abuela había cambiado las rosas de plástico por tres plantas de la espuela de caballero, pero antes de que pudiera responder, Kurt gritó:

-¡Maldita sea, Lotte! ¡Deja de preguntar esas cosas!

Entonces mamá cambio de tema rápidamente. Me fui a nuestra habitación. Lise estaba sentada en el escritorio pintando las uñas de un color seco verde. Temblaba de rabia y se pintaba la piel.

Dijo que mamá era insoportable, que no podía dominarse. Lise se queda sin aire de la rabia cada vez que mamá habla así.

-¡El espejo italiano de mamá-chillo- es tan horroroso como las rosas de plástico de la abuela! Sólo que costo mucho más. Y mamá actúa como si fuera mejor, sólo porque se casó con un hombre que tiene seis casas.

Quise tranquilizar a Lise.

-Tiene razón, pero eso no es motivo para que te alteres de ese modo- le dije.

-Tienes el carácter de un perro carnicero- me grito Lise. Y luego empezó a vocifear una cantidad de cosa injustas en mi contra; claro que no estaba enfadada cuando lo dijo.

Cuando grita muve los brazos. Empujó el frasco de esmalte 'verde seco' que, en ese momento, se rogó sobre el escritorio. Traté de limpiarlo, pero no pude. Nuestros escritorios son nuevos. Yo no quería que mamá se enfadara al ver la mancha, entonces busque disolvente de esmalte y lo rege sobre las manchas, pero el disolvente daño la superficie del escritorio.

-¿Ves? ¡Lo echaste a perder, zopenca!- grito Lise.

Nunca he podido sentir verdadera rabia. Ni siquiera cuando alguien me trata injustamente.

-No te exaltes. Le diré a mamá que yo tube la culpa- le dije.

-Gracias pero yo no tuve nada que ver con eso- respondió Lise.

Comprendí que no le diría nada a mamá. Entonces le grité:

-¡Pero mamá se va a enfurecer! ¡Y se va a enfurecer terriblemente!

-¿Y que? ¡Pues que se enfurezca! Si las cosas se ponen demasiado mal, ¡me voy!

No comprendí lo que realmente quería decir. Creí que se refería irse al cuarto, o al baño. Es lo que suele hacer cuando mamá pelea demasiado conmigo.

-¡Estoy hasta la cabeza!-dijo Lise- ¡Me pone los nervios de punta! ¡Me enfurece tanto, que podido gritar y gritar!- tome tomé un trapo mojado de la cocina y limpie el escritorio. Quedó bien. Entonces le pregunte a Lise:

-¿A dónde quieres irte?

-Existen miles de posibilidades -respondió Lise.

Pero sonó como si no pudiera nombrar ni una sola.

No volví a preguntarle nada al respecto.

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⏰ Última actualización: Aug 06, 2015 ⏰

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