Parte 2

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El pequeño poblado de Trigo Dorado se caracterizaba porque a pesar de ser un asentamiento tranquilo, cuya principal fuente de ingresos era el trigo, lúpulo y cebada de la mayor calidad en el reino, estaba rodeado por mazmorras y bosques peligrosos, muchos aventureros se asentaban en el calmado pueblo y ayudaban a controlar a las bestias que pudieran amenazar su paz.

Te preguntaras el porqué de tales decisiones, y la razón es que, al ser ingredientes de una calidad superior, muchos artesanos expertos en cervezas y licores usaban las cosechas de Trigo Dorado para elaborar bebidas y brebajes excepcionales, dignos hasta de la realeza, y por ello, incluso el rey de esas tierras daba recompensas a los aventureros para poder mantener a salvo la producción de tan finos ingredientes y tan excelentes bebidas.

─Ojalá pudiera ver de nuevo a esa barda─ Dijo para si misma Himari mientras paseaba por la plaza principal de Trigo Dorado. ─Daria lo que fuera por escucharla cantar nuevamente─.

Un milagro se hizo presente, o quizá el destino que uniría a la inocente clériga con la talentosa bardo, se manifestó, y a lo lejos, en el centro de la plaza se erguía una hermosa fuente decorada con flores multicolor, el sol iluminaba el agua que fluía dándole un aspecto radiante y cristalino, y sentada en la fuente, tocando una mandolina se encontraba Yori, la bardo, cantando una apacible melodía mientras la gente del pueblo se acercaba curiosa y deleitada por la música para escuchar su interpretación.

Himari quedo cautivada por la escena que miraba, el cabello negro de la bardo que hacía juego con sus ropajes oscuros, resaltaban ante la blancura del mármol de la fuente y la iluminación cálida y albarizo del sol al jugar con el agua. Hipnotizada e impulsada por sus sentimientos, la clériga caminó sin darse cuenta hasta estar frente a su anhelada bardo.

─¡ME GUSTAS! ─ gritó Himari en medio de toda la plaza. ─¡ME ENAMORÉ A PRIMERA VISTA! ─.

Todos los espectadores quedaron atónitos ante la repentina declaración, algunas risas nerviosas rompieron el incomodo silencio mientras Yori se sonrojaba intensamente, sin responder tomo sus cosas y huyó del lugar, instintivamente, Himari corrió detrás de ella hasta las afueras del pueblo, en un claro tranquilo del bosque cercano.

─¿Q-que es lo que quieres? ─ exhausta y apenada preguntó Yori. ─¿Q-que fue todo eso? ─.

─L-lo siento─ respondió Himari a duras penas con el aire que le faltaba en los pulmones. ─A-aura divina─.

Himari lanzó un milagro que tenia propiedades revitalizantes, era un milagro básico y con poca utilidad en combate, pero realmente útil para dar energías después de actividades físicas agotadoras, y su intuición le dijo que ambas necesitarían estar físicamente preparadas.

─Desde que te escuche tranquilizar al oso-búho─ comenzó Himari. ─Quedé maravillada por ti, eres increíblemente talentosa, tu voz, tu forma de tocar el arpa, tus movimientos y figura... quedé cautivada por ti... ¡Me enamoraste a primera vista! ─.

Yori quedó congelada ante la entusiasta declaración de amor que recibía. Si bien, Yori era querida por sus amigas y compañeras de aventuras y admirada por las personas del pueblo quienes gustaban de su música, ella nunca había experimentado algo tan profundo como el amor o el enamoramiento, por lo que no supo como responder ante los sentimientos de la pequeña clériga pelirroja frente a ella.

─M-me siento halagada─ finalmente confesó. ─Pero creo que estas exagerando, aún así, te agradezco mucho─.

La sonrisa que Himari le devolvió iluminó aún mas el claro de bosque en el que se encontraban, esta vez, Yori había sido quien había quedado cautivada ante la inocencia y pureza que emanaba de Himari.

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⏰ Última actualización: May 29 ⏰

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La bardo y la clériga - Sasakoi Fanfic!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora