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—¡Taehyun, suelta esos crayones! —gritó Soobin, tratando de alcanzarlo— ¡No, no! ¡Aléjalos de la pared!

El menor giró su rostro hacia él, su expresión era de maldad pura, seguramente considerando en dibujar líneas y figuras deformes solo para molestarlo, mientras Soobin sentía que su paciencia comenzaba a agotarse, o que entraria en una crisis si Beomgyu no aparecía pronto.

Y es que, al parecer, él no conocía la diferencia entre diez minutos y una hora. ¿Cuánto más tardaría en regresar de la tienda?

—Taehyun, por favor, ¿podrías quedarte quieto por un segundo?

—No quiero —respondió el pequeño, acercando de a poco el crayón hacia la pared.

Por milésima vez, Soobin suspiró, conteniendo sus ganas de llorar. Cuidar a Taehyun era más complicado de lo que creyó.

—Eres un niño muy desobediente, no me agradas.

El menor abrió de más los ojos y su boca, completamente indignado, dispuesto a iniciar una discusión.

Y vamos, por supuesto que él lo hizo.

—¡No lo soy, Beomgyu hyung dice que yo le agrado más que usted, y me deja dormir en su habitación, y me presta sus peluches porque me porto bien! —contraatacó, sentándose sobre el suelo de brazos cruzados.

—¡Eso es mentira! —dxclamó casi en un susurro, temiendo que Taehyun comenzara a llorar si decía algo incorrecto— Beomgyu me dijo que tú siempre revuelves su cocina y ensucias mucho, eso no hacen los niños buenos.

—¡Eso es porque.. —Se mantuvo en silencio durante unos segundos, aún pensando en qué decir—... porque me gustan las galletas, y él siempre las esconde!

Algunos minutos después, Soobin no dijo nada, y pensó que las cosas ya se habían calmado un poco más entre ambos.

Qué equivocado estaba.

Quizás, además de ser un niño muy curioso, Taehyun también era algo rencoroso, y de la nada... ¡Bam! ¡La pared estaba llena de rayas y figuras deformes de colores!

Nota mental: No discutir con Taehyun, y hay que mantenerlo alejado de cualquier objeto que pueda dejar una mancha... o varias.

—¡No, no, no! ¡Deja eso, dámelo!

Para ese entonces, la situación le parecía extrañamente cómica, y tal vez, algo dolorosa al pensar que sería él quien tendría que limpiar todo.

Por otro lado, Taehyun no parecía tener intenciones de detenerse pronto, aún tratando de dibujarse a él mismo junto a Beomgyu en un parque, como el que habían visitado la tarde anterior.

A Soobin le pareció algo tierno.

—¿Terminaste de vandalizar mi pared?

—¿Vand... qué? —preguntó el castañito, con expresión confusa.

—Ah, olvidalo.

El castaño oscuro dirigió su mirada hacia la puerta, donde un desconcertado Beomgyu observaba a los dos que ahora pintaban sobre la blanca pared.

—¿Qué están...?

Bien, quizás aquella tarde fue algo agotadora, pero por otro lado, Soobin se llevaría un extraño recuerdo del pequeño que accidentalmente había convertido en un niño.

Ya luego se encargaría de limpiar la pared.

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⏰ Última actualización: May 30 ⏰

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Pequeño Taehyun | Beomhyun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora