Trapped On The Island

#1

Los chicos se ponían más tensos mientras veían al líder de la isla mirarlos de pies a cabeza a cada uno de ellos, su mirada era una de burla, y todo apuntaba a qué no les estaba tomando nada encerio, Kevin uno de los chicos cada vez perdía más la esperanza de que este los dejara ir por el tiempo que han estado hay trabajando para el, el al igual que los demás chicos esta cansado de la isla en la que viven, estan cansados de tener que trabajar para el cuando ya no quieren hacerlo, y por eso estan allí frente a el diciéndoles su petición.

Perdimos el tiempo viniendo aquí, y todo para que simplemente se burle o simplemente le desagrademos y nos mate. Piensa Kevin pasando su mirada de el señor rose, jefe de la isla, a su hijo, Derek que se encontraba parado en la puerta mirándolo fijamente con sus ojos oscuros, en sus ojos mostraba seguridad, no tenía ninguna expresión en su rostro aparte de su dura mirada.

Derek los miro a todos antes de voltear a mirar a su padre ya que este soltó una risa irónica por la petición que ellos acababan de pedirle.
—Mmm osea que vinieron a pedirme que los dejé abandonar la isla, así como así? Las cosas no son así y ustedes lo saben—Dice el señor rose poniéndose serio tomando su actitud amenazadora.

—Mmm entonces no habrá una posibilidad de que salgamos? Nosotros no tenemos intención de decir nada, cada uno nos iremos lejos y absolutamente nadie sabrá de dónde venimos ni nada por el estilo— Dijo Kevin hablando por los demás chicos que solo observaban atentamente con más presión por la mirada del señor rose .

—yo no eh dicho que no haiga posibilidad—Dijo el señor rose divirtiéndose mientras hablaba y los miraba.

Derek bajo la cara analizando la situacion que presenciaba. Claramente no tienes intenciones de dejarlos ir y eso lo se. Penso Derek volviendo a levantar su cara y mirar a su padre hablar, Derek había conocido a ese grupo desde hace mucho tiempo, cuando apenas era un niño, ahora las cosas eran diferentes, ellos fueron separados de niños para que el futuro hijo del dueño de la isla desde pequeño supiera que el no debía tener amigos, su padre solía decirle que donde hay dinero no hay amigos. Derek miro a Sammy, otro de los chicos que acompañaba a Kevin, un chico rubio, ojos azules que siempre fue el mejor de todos ellos desde pequeños, el que siempre buscaba a ayudar a los otros y se preocupada .

—les propongo algo, yo voy a darles una misión que tienen que cumplir para poder salir, de lo contrario, a llegado caso que no lo logren, los mataré, yo mismo, si aceptan daré detalles de la misión, y si no pueden ir desapareciendo de mi vista.

Dice el señor rose con un tono amenazadora al igual que su fría mirada.

Sammy mira a Kevin y luego a una de las chicas del grupo que evidentemente su preocupacion se notó en sus ojos, el grupo en total de tres chicos y dos chicas empezaron a mirarse entre ellos y en voz baja susurrarse lo que creían mejor, en una de esas opiniones habian unas que decian que se langaran de allí, pero estaban otras que decian que se tranquilizaran que todo saldria bien.
Al final de debatir sus opiniones en voz baja por unos segundos, Kevin mira al frente y afirma aceptar la misión.

No saben lo que están asiendo imbéciles. piensa Derek sin mostrar expresión alguna.

El señor rose se ríe, todavía sonando con un tanto de ironía, finalmente entrelazó sus manos poniendo sus codos en su gran mesa mirándolos con atención.

—ok, prepárense entonces, la misión hoy mismo por la noche, para que mas tiempo cuando puede ser hoy mismo—Dice el jefe de la isla hablando confiadamente pero a la vez con autoridad para que no quisieran que les diera más tiempo para prepararse para la próxima misión.

—y no iba a darnos los detalles de la misión?— Pregunto Sammy frunciendo su ceño antes de que Kevin lo hiciera.

—pues resulta que yo estoy ocupado...y tampoco quiero hacerlo así que, a la hora de la noche antes de que vayan a cumplir la misión Derek les explicará ya que el estará al mando en la mision—dijo el señor rose pasando se mirada de los chicos a su hijo que estaba detrás de el parado en la puerta, que en ese momento lo encontró desprevenido y frunció el ceño .