𝐂𝐎𝐑𝐑𝐈́𝐀 𝐋𝐎 𝐌𝐀́𝐒 𝐑𝐀́𝐏𝐈𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐒𝐈𝐁𝐋𝐄 sujetando al pequeño cuerpo contra su pecho mientras miraba hacia atrás vigilando que la maldición estubiera lejos de ellos , su corazón latía tan rápido que el niña apoyado contra su pecho lo sentía y escuchaba. No sabía que habría sido de kento puesto que la había obligado a correr con la niña, lo había dejado solo, cosa que había prometido no hacer desde que entró ala escuela de hechicera, pero con una niña en el medio , era primordial proter ala niña que a su compañero.
La niña apretaba con fuerza sus pequeñas manos temblorosas ala camisa azul marino con temor mientras lloraba levemente sin hacer ruido, escondia su cabeza en el pecho de elizabeth , temiendo que si la alzara vería al monstruo.
A elizabeth le gustaría saber qué la maldición estaba lejos de ellas pero no era así, cada vez la maldición se acercaba más y más, elizabeth corría lo más rápido posible que podía , se movía con agilidad por los pasillos, doblando y frenando con rapidez para cursar al otro pasillo , hasta encontrar un mueble lo suficientemente grande como para que la niña entrara y estuviera a salvó mientras ella apoyaba a su compañero.
──────╼Esta bien, esta bien, no te pasará nada malo, no ahora, solamente necesito que te escondas aquí , no hagas ninguno ruido y por nada del mundo salgas de aquí ¿si?
──────su voz era calmada y suave apesar de la situación, miraba ala niña con cariño mientras lo colocaba dentro del mueble con cuidado, mirando a su alrededor , asegurándose de que la maldición no estuviera cerca.Antes de que pudiera cerrar la puerta, la niña tomo un extremo de su falda, y la miro por segunda vez a los ojos, los cuales suplicaban que no la dejara sola, en ese momento elizabeth tuvo un breve recuerdo de su infancia, uno borroso, el cual hizo que se preocupara más por la niña y sintiera una punzada en el pecho. Se agachó hasta quedar frente ella y le sostuvo sus manos con paciencia y comprensión
──────╼no temas, estaré bien, tu estaras bien────── Hablo suavemente secando con su pulgar una de las lágrimas que recorría los cachetes de la niña. ──────╼solo quédate aquí, y sosten esto si quieres, ¿si? ──────mientras hablaba y sostenida con una mano la de la niña, otra buscaba un pequeño llavero de flor que siempre llevaba con ella, siempre, y se lo entregó aun siendo el remordimiento de darle algo tan Preciado a la pequeña que acababa de conocer, la niña aceptó y asintió con la cabeza, y con eso elizabeth cerro la puerta bien y se alejó del mueble, regresando de donde había corría anteriormente.
Al llegar a un pasillo se encontró cara a cara con la maldición , la esquivo con facilidad, trepo la pared y cruzó esta hasta quedar detrás de la maldición.
──────╼tūrmōcrïs ──────conjuro para luego tocar con un solo dedo ala maldición para que luego esta explotara y la sangre callera alrededor de ella sin mancharla o ensuciarla , sin tomarse tiempo corrió nuevamente hasia donde había dejado a nanami .
Al llegar se percató de que habían tres o cuatro maldiciónes muertas, pero entre la sangre de las maldiciónes encontró sangre humana, un rastro que siguió con preocupación , aceleró sus pasos mientras llegaba al final del camino de sangre, y lo encontró. Tirado en el piso con su espalda recargada contra la pared, mientras su respiración se regulaba , tenía una herida alrededor de su costilla izquierda, y su mano presionaba esta para evitar sangrado, y con los ojos cerrados con cansancio. Rápidamente elizabeth se acercó a el, sentándose en el suelo asu lado, a lo cual kento se sobresalto y abrió los ojos apresuradamente, provocando al misma reacción por parte de Yamada, quien ante el repentino movimiento de nanami callo hasia atrás de espaldas.
──────╼maldición, ¿estas bien?──────custiono nanami con preocupación al verla tirada de espaldas en el suelo gris del pasillo, elizabeth al escuchar la pregunta lo miro con los ojos entrecerrados para luego reincorporarse en el piso quedando sentada de rodillas.
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𝗣𝗮𝗿𝗮 𝐴𝑦𝑢𝑑𝒂𝑟𝑡𝑒 𝐴 𝗦𝗲𝗿 𝐹𝑒𝑙𝑖𝑧🍒
Любовные романы"Necesitas ser feliz, todos lo necesitamos" Pronunció una voz cálida y amable, sosteniendo las manos de su compañero con suavidad .