Asignatura Pendiente

Emociones a flor de piel.

Pov Violeta

Noto la mirada de aquellos ojos tan particulares, aún no distingo que clase de color tienen aquellos ojos almendrados que me miraban de una forma tímida y sorprendida, de entre todas las miradas solo podía quedarme hipnotizada con una, la suya, la mirada de la pequeña Williams, tomo mi asiento en la parte de atrás con Denna al lado ignorando las órdenes de la cabeza pollo, cuando suena el timbre decide irse, la señora estaba que echaba chispas y yo me lo tomo como un logro personal.
Saco mi cuaderno y mi estuche para empezar a dibujar sobre él, la verdad es que no tenía ni idea de lo que iba a dibujar así que decidí dejarme llevar por mí imaginación. Durante las clases echo pequeñas miradas hacia la chica que tenía en la fila de al lado unos asientos más adelante que el mío, no sé porqué mi mirada siempre para en la misma persona durante las clases, me provoca curiosidad esa pequeña.

- Vio -susurra mi compañera de al lado- tía -lo vuelve a hacer dándome un toque con el pie-

-levanto la cabeza de mi cuaderno y la miro extrañada- ¿Qué pasa? -digo en su mismo tono, me hace una señal para que mirase al frente, el profesor de francés se dirigía a paso firme hacia mí-

- Señorita Hódar, le he hecho una pregunta pero usted no ha respondido -me mira de forma autoritaria- supongo que estaría tomando apuntes ¿No? -extiende su mano a la espera de que le dé mi cuaderno-

-cierro mi cuaderno negándome a entregárselo- me parece aburrida las traducciones de francés -juego con mi lápiz mientras le mantengo la mirada fría al profesor-

- Violeta Hódar, entrégueme su cuaderno por favor -habla de la misma forma con la que me mira, autoritariamente-

- profesor Antonio, intento empezar el curso tranquilo, sin discusiones -sonrío leve- no interrumpa mi buena fé -señalo la pizarra- por favor, prosigamos con la clase.

- Te piensas que te vamos a tolerar como el curso pasado, solo por ser hija de quién eres -se apoya en mi mesa mirándome- créame que eso no ocurrirá este año señorita Hódar. -se dirige nuevamente a la pizarra-

Me muerdo el labio inferior, apresándolo con mis dientes con algo de fuerza por la rabia de recordarme que soy hija de quién soy mientras noto algunas miradas en mí, entre ellas la de la pequeña Williams, levanto mi mirada y la miro de vuelta, noto su incertidumbre hacia mí con esa mirada, recorre cada centímetro de mis facciones faciales.

Pov Chiara

¿Qué acaba de ocurrir? Sabía que ésta chica era idiota pero no sabía que lo era tanto, por qué se ha puesto de esa forma con el profesor? Ni que le hubiera dicho algo malo. Está enfadada lo puedo descifrar mirando su color rojizo en la piel, desde aquí puedo notar el calor corporal que desprende la pelirroja, además está ejerciendo demasiada fuerza en sus labios, si sigue así se hará daño... Y sus ojos están... Oh mierda mierda, Chiara te ha pillado mirándola joder, aparto la mirada rápidamente y vuelvo a mirar mi cuaderno notando el calor de mis mejillas.

- kiki -Rus, mi compañera de mesa me da un leve toque en el hombro- ¿Estás bien? Que te has puesto roja -susurra con la intención de no interrumpir la clase-

-dejo que mi pelo cubra mi rostro y susurro- sí... Solo que no entiendo nada de lo que ha pasado y no me gustan los conflictos.

- ay cierto, que no sabes quién es Violeta Hódar -ríe levemente- ella es la hija del director, francisco Hódar, tiene una hermana dos años menor que ella, se llama Tana y esto que quede entre las dos eh -me mira con entusiasmo de estar contándome el chisme más jugoso del instituto- pero es que las dos son muy guapas.

-asiento atendiendo a lo que me decía mi compañera, pero me había estancado en mis pensamientos de aquella mirada compartida con la hija del director ¿Cómo puede ser que ésta chica conflictiva sea hija del director de unos de los institutos más reconocidos de España?-