Capítulo 1

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Esta es una versión, distinta de lo que yo y acredito que todas las de la nube LC/HC. Quisieran que pasara, en el capítulo 53, así que aquí tenemos mi versión de lo que realmente paso.

Así que, disfruten y dejen sus estrellitas y los comentarios que yo las leo! ;)

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— Cuando yo dije que haría cualquier cosa, que usted me pidiera. Para salvar la empresa de mi familia de la ruina... — dijo bárbara mientras se sentaba en el sillón de cuero de color marrón.

— No me refería, a que usted y yo...a que usted y yo...— dijo mientras se preguntaba mentalmente, porque Franco Santoro le hechava miradas tan fuertes.

— Bárbara.. — dijo Franco mirando profundamente en los ojos castaños de bárbara.

— Se perfectamente, quien es usted. — Bárbara sentío su corazón latir aún más fuerte.

— Y...es seguro, que en ningún momento pensé en aprovecharme de la situación.

— Entonces, porque me trajo a sua casa con engaños.. — dijo ella desafiándole.

— No..no..no. — dijo Franco de pie.

— Perdón, ningún engaño. Si le propuse venir a la junta, no es porque quiera, es porque quería que usted, fuera la primera persona a darse cuenta. Que el depósito al grupo lactos ya se va realizar..

Bárbara se encontraba de pie junto a la ventana, observando el resplandor del atardecer que bañaba el horizonte con tonos dorados y rosados. El ambiente estaba impregnado de una atmósfera cargada de tensión y emoción contenida. Franco se acercó a ella con paso decidido, su presencia envuelta en una aura magnética que la atraía irresistiblemente.

— Bárbara... — su voz resonó suavemente, haciendo que su corazón latiera con más fuerza.

Ella se giró para enfrentarlo, sus ojos castaños brillando con intensidad bajo la luz dorada del crepúsculo.

— Franco... — susurró, apenas capaz de contener la emoción que amenazaba con desbordarse.

Se quedaron mirándose el uno al otro, atrapados en un silencio cargado de significado. En ese momento, todas las palabras parecieron superfluas, ya que sus corazones hablaban un idioma propio, lleno de pasión y deseo.

Franco dio un paso más cerca, sintiendo la electricidad que chisporroteaba entre ellos. Con una mano temblorosa, acarició su mejilla suavemente, haciendo que Bárbara cerrara los ojos y se perdiera en la sensación reconfortante de su tacto.

— Bárbara... desde el momento en que te vi, supe que eras diferente.  Ya no puedo imaginar mi vida sin ti... — su voz se quebró ligeramente, revelando la profundidad de sus sentimientos.

Bárbara abrió los ojos, encontrando los de Franco llenos de ternura y amor sincero. En ese instante, todo lo demás desapareció, dejando solo espacio para ellos dos, unidos por un lazo indestructible que trascendía el tiempo y el espacio.

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