capitulo 4

103 8 22
                                    


No paso mucho cuando la tercera bestia fue capturada y sellada, Hidan observo a Deidara y eso le tranquilizo, tras tres días completos de nueva cuenta se pactó la próxima reunión de organización. Dando les un nuevo objetivo, Hidan fue esta vez quien se despidió de Deidara, sin embargo, esta vez el menor no correspondió al abrazo de su amigo, acción que lo dejo bastante perplejo

—Deidara que te sucede? ¿Te sientes mal? - Deidara solo desvió la mirada

—solo estoy cansado, no te preocupes, nos vemos en la próxima reunión— Hidan lo vio marcharse a lado de Tobi

Hidan volvió con su compañero y se pusieron en marcha asta que una nueva captura se había hecho y al momento de la extracción se percató que Deidara no se encontraba en su lugar, sí que un tanto preocupado pregunto a la mujer

— Konan donde está Deidara?—

Konan lo miro y secamente respondió —está muerto, fue asesinado por Sasuke uchiha-

A Hidan en ese momento casi le da un paro cardíaco y su expresión reflejo el duro golpe que en ese momento experimento, dando así una mirada rápida al lugar donde estaría su compañero, luego lanzo una mirada a la jinchuriki de las 7 colas, una niña ingenua tal y como lo era su amigo.

Una vez se completó la extracción, un fuerte puñetazo por parte del tesorero paro directamente en la mejilla del religioso, quien ni se inmutó ante el golpe

—tenemos trabajo que hacer, no hay tiempo par errores— Hidan asintió y solo siguió al mayor limpiando la poca sangre que salía de su nariz

Itachi solo observaba en silencio la escena antes de llamar a su compañero —Kisame— este lo observo —perdón, pero antes de comenzar la misión me gustaría descansar un poco, la extracción ha gastado mucho de mi chakra —

—está bien—

Durante el camino Hidan parecía un verdadero zombi, Kakuzu harto de su actitud, volvió a golpearlo; sin embargo, esta vez si hubo una respuesta, pero no la que esperaba, grandes lágrimas salieron de sus ojos y sin importarle la sangre comenzó a llorar como un niño pequeño

—deja de llorar— regaño el mayor

Lo que provoco que Hidan finalmente respondiera —cállate, viejo de mierda—

El tesorero lo miro con molestia —para qué lloras?, Deidara está muerto, ya no va a volver —

limpio un poco de sus lágrimas y con molestia lo señalo —para un viejo que solo ama el dinero es muy fácil decirlo—

Kakuzu envuelto en rabia, volvió a golpearlo, pero en su mirada se notaba que había un sentimiento, uno que Hidan no pudo descifrar —eres tan molesto, —

Los días siguieron, tras la captura y sellado de la bestia de dos colas, la noticia llego, Hidan y Kakuzu, el dúo inmortal ha muerto, Itachi y Kisame quedaron sorprendidos ante esta noticia, un dúo que sin importar el oponente salía victorioso y que fuera aniquilado sin más era algo impactante que escuchar

Una vez la nueva reunión había sido pactada, ambos ninjas se dirigieron por uno de los últimos bijus, pero durante el camino el más joven del dúo caminaba despacio y cabizbajo. Kisame se acercó a él

—Itachi te sientes mal?—

Itachi lo miro a los ojos —no es nada— respondió siguiendo su paso

Kisame no muy convencido tomo al menor y lo cargo en sus brazos, sorprendido se sintió avergonzado; sin embargo, Kisame era más fuerte que él y sus intentos de liberarse no dieron ningún resultado resignándose al hecho

—¿ahora me dirás que tienes?— pregunto el espadachín de nueva cuenta

Itachi se recargó en el pecho de su compañero y con una diminuta voz le respondió — akatsuki está desapareciendo y pronto los seguiremos nosotros— Kisame lo miro —no importa que tan buenos seamos en el combate, no se puede retrasar lo inevitable—

Kisame aun sujetando el delgado cuerpo del uchiha lo acerco al suyo con delicadeza

—sobreviviremos, te lo prometo-

Itachi cerro sus ojos respondiendo casi en un susurro —Kisame, por favor, no me prometas cosas que no puedes cumplir—

Kisame sintió esas palabras como una puñalada en su corazón; sin embargo, el uchiha que yacía dormido en sus, brazos tenía razón y él lo sabía, acerco su rostro y con calidez y beso su frente, sin embargo, el espadachín no estaba dispuesto a rendirse sin dar pelea.

Durante la noche ambos miembros pagaron una habitación, aquella noche el uchiha precia dormir plácidamente, mientras que el espadachín ideaba la forma de que su compañero se encontrara con su hermano lo más pronto posible, al mismo tiempo que en sus manos observaba un frasco de medicinas, vació. 

kisaita un deseo  ( corregida )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora