El pueblo: 1.

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"¡Ocurre otra vez! ¡La casa de tus padres, se incendia!" Un sudor frío y una expresión de pánico apareció en su rostro al ver la casa hecha de tablas prendida en llamas

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"¡Ocurre otra vez! ¡La casa de tus padres, se incendia!" Un sudor frío y una expresión de pánico apareció en su rostro al ver la casa hecha de tablas prendida en llamas. Él quiso correr, pero sus pies no se movían. Lo único que podía hacer, era derramar lágrimas de tristeza en silencio mientras veía a los aldeanos correr hacia donde una vez fue su hogar con baldes de agua.

-Mamá... papá... -se escapó de sus labios, para después tumbarse en el suelo inconsciente.

-¡Mamá! -gritó un Omega exaltado sentándose de un solo en su cama, otra vez había tenido ese sueño, aunque más que sueño, era un recuerdo.

Cuándo era más joven, en su antigua aldea, su casa arrasó en llamas con sus padres en el interior. No lo podía creer. En cuestión de minutos él fue huérfano. A Okita no le quedó de otra más que irse a vivir a casa de sus tíos en la ciudad.

El Omega de cabello negro sudaba frío, maldecía haber presenciado eso, maldecía no haber podido hacer algo por sus padres. Esto era terrible. Pero en su defensa, él era demasiado joven y no pudo reaccionar ante tal impacto. Tan solo se limitó a desmayarse mientras los aldeanos apagaban el incendio.

Okita se levantó de su cama, recogió su manta y tendió su cama, habían pasado más de 10 años desde lo sucedido, y aún parecía no superarlo. Incluso aunque fuera a terapia. "No ha sido tu culpa" era lo que todos le decían "Debes seguir adelante". Y así lo hizo, desde lo sucedido; sus tíos se hicieron cargo de él. Y cuándo tuvo la edad suficiente, decidió dejar de ser una carga e irse a vivir solo.

Respiró hondo después de salir de la ducha. Se vistió con lo primero que encontró, y fue a la cocina por algo para comer. Ahora que vivía solo, se sentía tan extraño, siempre tenía ese mismo sentimiento de cuándo perdió a sus padres: "Así se siente la soledad", "te sientes vacío y como que algo te falta": pensaba.

El Omega se sentó en la pequeña mesa de madera; metió una cuchara a su tazón de cereal y luego se lo llevó a la boca. Mientras de gustaba su desayuno, bajaba y subía el dedo encima de la superficie de la pantalla de su celular. Siempre que comía lo veía, así trataba de evitar ese sentimiento.

"Camisas coloridas y suaves, lleve dos y pague dos" una risita se escapó de sus labios. Esto de la publicidad no se le daba bien a sus contactos.

"¿Cómo puedes superar una ruptura? Déjame te cuento, entra al link". Siguió bajando.

"Ya son diez años desde el misterioso incendio en la aldea del maíz". Okita paró en seco al ver la publicación, si no estaba mal, ese era el nombre de la aldea donde creció y nació. El Omega no dudó en darle click al enlace del artículo. "En la aldea del Maíz ocurrió un terrible incendio el pasado 13 de mayo de hace 10 años. Las víctimas fueron dos personas de mediana edad. Sus familiares se han reunido para brindarles homenaje". Okita abrió los ojos como platos ¿Acaso esto era el universo burlándose de él? Él estaba tratando de olvidar lo sucedido hace más de 10 años y ahora aparecía esto. Una parte de él se sentía bastante ofendido porque su tía no le contó sobre esto, y otra parte, estaba dudosa de asistir al aniversario número 10.

Mini shoot: Cielo E Infierno [SNV]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora