Capitulo 1

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El ultimo hombre sobre la tierra está sentado a solas en una habitación. Llaman a la puerta El hombre se levantó, su corazón latiendo con fuerza, y se dirigió
lentamente hacia la apertura. Había pasado meses sin ver a otro ser humano, convencido de que el era el único sobreviviente de una catástrofe que estaba más allá de la imaginación. La esperanza y el miedo se entrelazaba en su mente mientas abría la puerta. Pero al hacerlo miro a su alrededor y no había nadie. Sólo una Brisa fria que le erizó la piel. Miro hacia abajo el camino, pero nadie estaba a la vista. Cerró la puerta, confuso.
A penas se había sentado cuando escucho los golpes de nuevo más fuertes y mus desesperantes. esta vez se levantó rápidamente. Un escalofrío recorrió su espalda. Miró a su alrededor, sintiendo que las sombras en la habitación se hacían mas profundas.


El hombre aspiró profundamente, tratando de calmarse. La oscuridad de la incertidumbre florecía dentro de él y su instinto le decía que no abriera la puerta nuevamente, pero no podía resistirse a la curiosidad. Se acercó lentamente y pegó el oído a la madera, esperando escuchar alguna señal de vida al otro lado. Simplemente no había nada; solo el silencio más profundo que había sentido en su vida. Reuniendo su valor, el hombre abrió la puerta con un fuerte crujido y, por tercera vez, no había nadie allí. La leve brisa gélida lo recorrió de nuevo, pero esta vez sintió algo más: había una ligera protuberancia en la capa de polvo que cubría la entrada, un rasguño apenas perceptible. Algo o alguien había estado allí.


Necesitaba profundizar la investigación. Salió afuera, miro a su alrededor. La luz del sol poniente arrojaba largas sombras que se extendían como un fin insostenible. Dio un par de pasos y se detuvo atento a escuchar. Pero no hubo nada. Se devolvió hacia el lado del refugio cuando, de repente, en el rabillo del ojo vio que una figura aparecía al fin de la visibilidad. se giró, bruscamente adelante, pero ya se había ido. se dio cuenta de cómo poco a poco se corría el sudor frío en su frente. Volvió al cuarto, se sentó, pero no pudo quitarse de la mente lo que vio. ¿Fue una ilusión, una travesura del cansancio? Pero sus propias ideas indicaban que estaba en peligro, que debía prepararse para lo que pudiera venir.


Las horas pasaron lentamente, y la noche cayó sobre la tierra como un manto oscuro. El hombre se mantenía alerta, cada pequeño sonido hacía que su corazón latiera con fuerza. De repente, los golpes en la puerta comenzaron de nuevo, esta vez acompañados de un susurro que apenas se podía escuchar que le heló la sangre. Se levantó de un salto, apretando el bate con fuerza.

"¿Quién está ahí?" gritó, pero no recibió respuesta. El silencio volvió a caer, pesado y opresivo. Decidió enfrentarse a su miedo y abrir la puerta una vez más. Al hacerlo, una ráfaga de aire helado le golpeó el rostro, pero no había nadie allí. Desesperado, gritó en la oscuridad, esperando una respuesta, pero solo el eco de su voz le respondió.

Fue entonces cuando notó algo en el suelo, un pequeño objeto brillante. Se agachó para recogerlo y vio que era un antiguo reloj de bolsillo. No era suyo, nunca lo había visto antes. Lo abrió con manos temblorosas y vio una inscripción en la tapa: "Siempre contigo". No entendía lo que significaba, pero el descubrimiento lo llenó de una sensación de desconcierto.

De repente, sintió una presencia detrás de él. Se dio la vuelta rápidamente, pero no había nadie. La sensación de ser observado era tan intensa que le resultaba difícil respirar. Decidió cerrar la puerta de nuevo y atrancar con todo lo que tenía a mano. Si alguien o algo estaba jugando con él, no permitiría que lo hiciera entrar.

Pasaron varias horas en una tensa vigilia. El hombre estaba al borde de la desesperación cuando, de repente, una voz suave pero clara rompió el silencio: "No estás solo". La voz venía de dentro de la habitación.

Era su propio reflejo, por una luz reflejante. El hombre estaba impactado, su sombre le respondió: somos el ultimo hombre en la tierra, pero la soledad no es el camino que debes de seguir, te puedes quedar solo, o puedes continuar con tu camino

El hombre dudaba de lo que le estaba diciendo, ya que tenia que dejar su refugio. El no sabia si confiar, pero su sombra le dijo: no tienes que confiar en mí, es tu decisión.
El hombre miro al alrededor de su pequeña habitación, había tomado la decisión, se agacho hacia el reflejo y se acercó. Sintió calidez con lo fría de su habitación.

El ultimo hombre había encontrado su final, no era el fin que el creía, un mundo de sombras y oscuridad. Había descubierto un mundo lleno de vida, lejos de la existencia de la soledad.
La puerta quedo abierta, dando como significado que hasta en el momento más oscuro siempre existirá una oportunidad

El último hombre Where stories live. Discover now