plantado

17

Anahi le dio una bofetada y se rió.
"Esta es la mejor broma del 1 de abril que he oído, Dr. Campbell.
Eleanor Campbell respiró hondo y cruzó los dedos sobre la mesa.
"No es una broma, Anahi. Estás embarazada. El shock, la sorpresa y el miedo se mezclaron en una sola emoción. Su garganta se contrajo y sus dedos se enfriaron, entumecidos.
"Cómo... ¿cómo es posible?
" ¿Quieres una explicación simple o la versión médica?
"Cualquiera, siempre y cuando sea una mentira.
"Lo siento, pero vas a tener que aceptar la realidad.
"Pero... ¡Tomo mis píldoras anticonceptivas regularmente!

— Si ha leído el prospecto de antibióticos que le recetó para la infección del oído que tuvo hace unos meses, debe haber tomado conciencia de que el medicamento reduce drásticamente los efectos de cualquier anticonceptivo oral.
"¿Cuándo sucedió?
"En la fecha de su último período, creo que fue alrededor del Día de San Valentín.
Si cerraste los ojos, tal vez no tengas que conformarte al destino de la Portilla: poner a los niños ilegítimos en el mundo. No tendría que enfrentar el hecho de que Alfonso, con quien no había hablado desde que regresó a Savannah, y que odiaba a los niños, era el padre del bebé que crecía en su vientre.
"¿Señor Herrera?", la voz de la secretaria se rió en el intercomunicador.
Alfonso se alejó de la ventana y se fue a reunirse.
"Sí?
"Sólo conseguí entradas para la función benéfica de los patinadores de hielo para la sociedad de protección animal. Todos los demás eventos benéficos ya están agotados.
"Cómpralos", determinó.
Esperaba que el truco no pareciera desesperado.
Llena de coraje, marcó en la casa de Anahi y sintió que su corazón latía más rápido mientras escuchaba su voz al otro lado de la línea.
"Hola?
"Anahi? Este es Alfonso Herrera. Pasaron unos segundos de silencio.
"Hola, Alfonso. ¿Qué hay de nuevo?
" Nada interesante. Acabo de llamar para desearte un feliz 1 de abril.
Más silencio.
Gracias, gracias.
Alfonso comenzó a garabatear en un pedazo de papel.
¿Cómo has estado?
"Bueno... Pensar. ¿Y tú? ¿Cómo está el ojo?
"Ya ni siquiera recuerdo ese puñetazo.
¿Y el otro lado?
"Bueno, la cirugía es delicada. Todavía estoy tratando de elegir al mejor médico.
"Lucy me dijo que usted habló de lo que pasó.
Es verdad.
"Parece feliz en el papel de madre.
"No puedo imaginarla cuidando de tres niños.
"Tienes razón, es difícil. Especialmente para alguien con tu aversión a los niños.
Fue gracioso, pero en ese momento, la parte más difícil de tener hijos parecía estar compartiendo esposa con otro ser humano. Anahi era la clase de mujer que hizo egoísta a un hombre. Alfonso bAlfonsoou su cabeza para aclarar las ideas. Anahi, ¿una esposa? ¿De dónde stuviste esa idea?
Alfonso, ¿me oyes?
"¿Qué? Por supuesto que sí. Estaba pensando... ¿Puedes unirte a mí en una función benéfica el próximo fin de semana?
Durante los segundos de vacilación, Alfonso se sintió morir mil veces.
— ¿Qué tipo de función caritativa?
"Es un... competencia de patinaje animal.
"¿Qué?
No, no, no, no, no, no Es un evento de la sociedad de protección animal debido a los patinadores de hielo.
"Alfonso!
¿Dónde estaba tu cerebro?
"Olvida el evento. ¿Te gustaría cenar conmigo esta noche en el Hotel River Plaza?
"¿Estás en algún tipo de problema?
"Para decirte la verdad, necesito hablar... acerca de Lucy - improvisó, recriminando a sí mismo por la elección desafortunada. "No puedo entender algunas cosas, y creo que podría ayudarme.
"Y, por supuesto", suspiró.
"No tienes idea de lo feliz que soy. ¿Alrededor de las 7:00 en el restaurante del hotel?
"Voy a estar allí.
Anahi no parecía muy contenta con las perspectivas, pero no importaba. Quería verte de nuevo. Ansioso, trató de prolongar la conversación.
¿Vendiste la casa Sheridan?
"Todavía no. Wingate contrató a un cazador de fantasmas para pasar la noche allí. Estamos esperando los resultados. Lo siento, Alfonso, pero tengo que irme.
"Por supuesto", respondió decepcionado." - Hasta más tarde. - Ella colgó lentamente, tratando de ser optimista, pero había oído la frialdad en su voz. Alfonso miró el papel que había estado garando y se detuvo, pasando las manos por el pelo en un gesto aburrido.