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𝗚𝗢𝗟𝗣𝗘.
Golpe, tras golpe, tras golpe.
Es lo que recibía el pequeño niño rubio el cual se encontraba hecho bolita en el suelo, mientras los tres niños un año mayor que el lo pateaban con todas las fuerzas que tenían, en sus rostros se mostraba la diversión que eso les provocaba.
Hasta que, alguien decide intervenir.
— ¡Oigan ustedes tres! —. Un pequeño niño de no más de 10 años, grita. Deteniendo la acción de los bravucones los cuales voltean con el ceño fruncido, claramente enojados por ser interrumpidos.
— ¡Lárgate de aquí, rarito! —. Gritó uno de los integrantes del grupo, separándose de los demás para acercarse al niño de cabello peculiar, empujándolo, tratando de parecer intimidante.
El niño en respuesta, le proporciono un fuerte golpe en el rostro provocando que caiga al suelo con fuerza, seguidamente lo empezo a golpear con todas sus fuerzas. Los otros dos integrantes del grupo, al ver lo que el le hacian a su "jefe", se acercaron para intentar parar al chico de cabellera bicolor, pero no pudieron.
Ahora los tres se encontraban en el suelo, casi concientes y con diversos golpes en diferentes partes de su cuerpo. El niño bicolor respiraba entrecortada mente mientras se mantenía de pie, el pequeño niño al que estaban golpeando se levantó con dificultad del polvoso suelo y miro a su salvador, un intenso brillo se instalo en sus dos ojitos color verde.
El de cabellera bicolor miro de reojo al pequeño de ojos esmeralda, lo que provocó que se sobresaltara y volviera su vista al suelo, evitando la mirada del más alto. Escucho pasos ajenos dirigirse en su dirección, instintivamente empezó a temblar en su lugar, cerro los ojos pensando que ahora el mayor lo iba a golpear.
Pero en cambio, sintió su cabeza ser acariciada con suavidad.
Alzó su vista del suelo después de abrir los ojos, miro con curiosidad y un poco de sorpresa al más alto, quien evitaba su mirada mientras le acariciaba con delicadeza la cabeza. Un sonrojo se hizo presente en los rostros de los dos niños.
— Gra-Gracias —. Dijo el pequeño rubio con timidez, el mayor se exaltó por las palabras del más bajo.
— ¡So-Solo lo hice porque esa clase de personas me d-dan asco! —. Se excuso, la vergüenza se hizo evidente en su rostro, ahora parecía un tomate.
El menor solo rio, sonrojando más al de mayor altura. Luego el bicolor hizo algo que sorprendió al menor, el niño desconocido — para el rubio — se agacho dándole la espalda, dándole a entender que lo cargaría de caballito, algo que le dio vergüenza y no fue el unico, el de cabello de diferentes colores se preguntaba internamente lo que estaba haciendo.
— Sube —. Dijo.
El pequeño niño, con vergüenza, se subió en la espalda del niño más grande quien al sentir el peso en su espalda, empezó a caminar en direccion de la enfermería mas cercana.
— Me lla-llamo Rain Asuka. ¿Cuál es tu nombré? —. Pregunto después de haber estado un buen rato en silencio.
— Sakura Haruka —. Responde con simpleza.
— Mucho gusto Sakura —. Sonríe nuevamente está vez cerrando los ojos.
En la enfermería, Sakura deja a Rain para seguido irse, pero no contó con que el menor pararía su andar, invitando lo a quedarse ya que le agradecería por haberlo ayudado, Sakura al principio no queria aceptar pero despues de tanta insistencia del menor, acepto.
Sakura se quedó hasta que curarán al pequeño niño, no paso mucho tiempo para que Rain saliera completamente curado. Miro a Sakura quien se había quedado dormido, y entonces se le quedó viendo por un largo tiempo, admirando su belleza. Con una pequeña sonrisa en el rostro acercó su mano a la mejilla contraria y la acarició con delicadeza, sin saberlo, ese sería el inicio de una bonita amistad.
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¿Será amistad solamente lo que pasará entre Rain y Sakura?
¿Amistad o algo más? No sé lo pierdan, la respuesta a esta pregunta estará más cerca de lo que pueden imaginar.
