No me provoques

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Minjeong era todo un caos, ya pasaban dos días desde aquel encuentro, y no era capaz de cruzar ni una palabra con la pelinegra. Diran que exagera, pero pónganse en su lugar, osea primero es una mujer, segundo acaba de dar su primer beso con ella, y tercero es su hermanastra. Para una lesbiana o cualquier otro tipo de persona, Karina es un sueño, pero para winter una pesadilla.

Aquella no era lo peor que le pasaba, cuando le llegó un anuncio de su preparatoria, minjeong sintió su vida irse por segundos. Resulta que el instituto había planeado un viaje para los mejores cursos, entre esos estaba el curso de minjeong, la rubia debería estar emocionada, son vacaciones después de todo. Pero no había caído en cuenta que su hermanastra estudiaba en su mismo instituto, mismo curso y mismas asignaciones. Claro que ese viaje iba a ser un desastre, Karina había causado emociones que ni siquiera minjeong sabía que existían en ella.

Minjeong anhelaba los labios de la pelinegra, durante toda la semana le era imposible mirarle los labios, quería volver a besarla, sentir su sabor de nuevo. Pero solo fue un error, Karina ni siquiera a de acordarse, y rogaba que así fuera...

Volviendo al presente, Minjeong terminaba de empacar sus cosas para el viaje, sería un viaje en carretera, se dividirían en 8 grupos de a 2, estaba regandole al universo que no le tocará estar 24 horas en la misma habitación con Karina. El viaje estaba planeado para las 8 am del siguiente día, así que debía ir con Karina hasta el punto de encuentro, lo que era otro problema. No quería estar cerca de ella, le ponía nerviosa, y más con el nuevo estilo que ha acogido. Su ropa ya no era de videojuegos o anime, más bien era ropa holgada y con estilo, estaba fascinada con el repentino cambio de imagen en la pelinegra.

En cambio Karina parecía no recordar nada, estaba muy tranquila, a los ojos de winter. Jimin si recordaba cada detalle de aquella madrugada, se contenía por tomar a la rubia y besarla de nuevo, sabía que winter estaba confundida y alterada, pero era mejor ignorar el tema a ser ofendida y rechazada por ella.

Y allí estaba Kim minjeong, había dejado a un lado sus problemas internos, busco una forma de entretenerse y que mejor forma que una película.

La rubia bajo a la sala, tomando el mando del televisor el cual no se utilizaba mucho, más bien era como decoración por así decirlo. Winter tomo algunos snack llevándolos todo consigo misma, junto a un helado y una porción de pizza. Minjeong odiaba comer a cantidades exageradas, pero esa tarde lo necesitaba más que nunca.

Deseaba que Karina se quedara en su habitación jugando, estaba segura que no iba a bajar, así que se deshiso de todas las distracciones como su teléfono, iPad, laptop, solo para consentrarse en la pantalla y la serie coreana que acaba de colocar.
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Pasaban de las 9 de la noche, winter aún seguía en el sillón y ni siquiera había terminado la serie aún. Sus ojos estaban echo un mar, de su rostro aún bajaban lágrimas, es normal llorar viendo una historia de amor, pero aquella no era la razón de su llanto. La serie relataba exactamente lo que pasaba con Karina y ella, y el final no era para nada grato.

No quería que le pasará lo mismo con Karina, winter se convecia a si misma de seguir odiando y despreciando a la pelinegra, pero en el fondo estaba deseosa por tener sus brazos alrededor de su cintura y que la besara como si fuera su último día de vida.

Era extraño que un simple beso le haya hecho dudar de su propia existencia por casi tres días, su mente se obligaba a detener cualquier mínima idea de que le gustó aquel beso. Pero su corazón no apoyaba, cada vez que se encontraba con la pelinegra su pulso se disparaba como loco.

Sufría por qué ni siquiera podía verle directamente a los ojos, Karina también era consciente de el alejamiento de minjeong pero trataba de no sacar a luz ese tema.

Mi Hermanastra| winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora