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ꔫ : I. Nueva Vida ⏝⏝⏝୨୧⏝⏝⏝
La chica terminaba de hacer la cena, colocó los platos con comida en la pequeña mesa improvisada que habían armado en lo que terminaban de instalarse en su nuevo departamento y llamó a su pequeña hermana.
─ ven, siéntate ─ordenó al verla salir─ espero te guste.
Las dos comían en completo silencio y a decir verdad no era algo que le gustara a Nabi, pero su hermana era .. algo callada y madura para la edad de 7 años con la que contaba.
─ dime, ¿te gusta la nueva casa? ─preguntó dejando algo de carne encima del arroz de la niña.
─ es más chiquita que la anterior ─pausó decepcionado un poco a la mayor, ya que pensaba que no le había gustado el nuevo hogar─ pero me gusta, así me siento más juntita a ti.
─ ¿de verdad? ─exclamó con una gran sonrisa─ estoy segura que la nueva escuela en la que te inscribí te gustará mucho también. Vas a tener muchos amigos.
─ eso espero..
─ verás que si, ¿Terminaste de acomodar tu habitación?
─ si, me gusto como quedó.
─ ¡me alegro! Si necesitas algo más para decorarlo avísame, yo lo comprare.
La pelinegra asintió, pero sabía que no podía pedirle más a su hermana mayor porque no contaba con tanto dinero y no quería que lo gastara en tonterías .
─ ¿también irás mañana a la nueva escuela?
─ no, sólo te llevaré a ti, después terminaré de desempacar y dejaré todo listo para ahora sí, ir a la escuela al día siguiente.
─ puedo quedarme a ayudarte si quieres ─ofreció con una media sonrisa, pero ella negó inmediatamente.
─ tú tienes que ir a la escuela lo antes posible. No te preocupes, sabes que soy más rápida cuando pongo música, así que eso haré.
─ bien.. me voy a lavar los dientes y me duermo, estoy muy cansada ─dijo la niña levantándose.
─ okey, avísame cuando quieras que vaya a arroparte y a leerte el cuento.
Desde que la pequeña Ha-yul tiene uso de razón, no podía dormir sin que su mamá o hermana la tapara en su camita y le contara un cuento. Y si por alguna razón eso no llegaba a pasar la niña podía quedarse despierta toda la noche.
. . .
Después de haber recogido los platos, iba a lavarlos pero Nabi se encontraba ya muy cansada, pues últimamente habían sido días muy duros y agetreados, así que decidió dejarlos para mañana.
─ ¡Nabi-bi, estoy lista! ─llamó la menor por el apodo que le decía.
