Una historia de amor incondicional

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Era mediodía del 11 de enero, toda la familia esperaba la llegada del bebé, la madre entre gritos de dolor, el padre sujetaba y besaba su mano. En un rincón se encontraba la abuela, y el abuelo , con las manos cruzadas, impaciente, rojo, inclinaba el cuerpo por el cristal. La criatura asoma la cabeza y todos gritan de alegría, todos menos el abuelo que la contiene dentro, él continúa afuera como esperando que todos terminen de gozar la nueva fruta, para luego hacer uso de su turno. Ya van 15 minutos y es que el abuelo hace su entrada, todos quedan en silencio y lo miran con cierto deleite y con una sonrisa que no les es posible ocultar, él todavía no dice palabra alguna, toma el bebé del pecho de la mismísima madre, los ojos de la criatura brillan ahora más que nunca y los que tiene en frente parecen que se quieren salir de su lugar. Así pasan los primeros 17 años de una vida complicada, pero desbordada de amor, a los 5 el todavía bebé, ahora travieso, no se preocupa por gastar cuánta broma se le ocurra y el abuelo con dolor lo reprime con la seguridad de que hace el bien. El niño entra a la escuela, el abuelo lo observa y se da cuenta de que está creciendo , mientras él ya va perdiendo las fuerzas y decide que los próximos años se los dedicará enteramente, entonces el niño se convierte en su motivo para vivir .Se atraviesan malos tiempos , el abuelo le da parte de su comida y su pensión asegurando que para él es suficiente, el niño se da cuenta del gran corazón y no sabe cómo agradecer, a los 15 años parte la abuela y se rompe tanto el corazón del joven como el del anciano, la única forma de repararlos es uniéndolos y entienden así que en este sentimiento la suma de 1 y 1 siempre debía de ser 1 , el niño sigue creciendo , hoy ya casi es un hombre pero todos los días duerme con el anciano y mientras este descansa profundamente le dice al oído :! Nunca te marches abuelo , por favor no lo hagas ,porque si tú te marchas de casa yo te seguiré hasta donde
vallas!
Y este por supuesto que no es el fin.

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