Incómoda pero muy necesaria conversación

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(Multimedia crédito de imagen a @和歌月ゆき en Pixiv ;3)

Los eventos de la anterior versión se mantendrán, lo único que cambiará en esta versión es el estilo de la narración. Habrá más fluidez entre escenas, una mejor caracterización de personajes y si esta versión lo necesita, incluso habrá un beso en el capítulo final ^w^

Espero que les guste :3

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En una tierra inhóspita y desértica, más allá del horizonte de las granjas, los insoportables rayos de sol golpeaban el suelo desnudo con la intención de extinguir cualquier atisbo de vida circundante. Definitivamente no era un clima muy querido por los viajeros ni mucho menos por quienes tenían la audacia de creer que podrían vivir en condiciones tan infernales. Aún con todo eso en contra, alguien había encontrado un modo de habitar ese espacio.

Debajo de esas tierras existía un punto de reunión con las coordenadas B06-32. Un refugio creado para la libertad de los niños-ganado de las granjas.

Aquel lugar estaba adecuado para que al menos un centenar de niños vivieran en buenas condiciones por varios meses. Realmente era el mismísimo cielo y recompensa por una fuga exitosa.

Yugo, un niño de Glory Bell, se adueñó de ese pedazo de cielo y vivió allí por años. Trece, para ser exactos. Lamentablemente aquel número no pudo continuar en aumento porque un numeroso grupo de niños, provenientes de la prestigiosa Grace Field House, invadió su hogar y lo obligaron a compartir lo poco que le quedaba.

Fue difícil al principio, pero luego de un tiempo, Yugo mentalmente admitió a regañadientes que eran especiales. Un hecho obvio si venían de Grace Field, pero también descubrió un aspecto particular en uno de los mocosos por lo cuál Yugo podía sentirse enfermo con derecho.

Ver la misma situación por la que él pasó desde la perspectiva de un espectador era poco alentador.

Ray, su niño favorito para molestar, se encontraba en una de las mesas del comedor con la mirada fija en el centro de la habitación, donde Emma y varios niños pequeños habían extendido una manta en el suelo y se habían puesto a jugar con sillas y almohadas haciendo un fuerte. Era seguro que cualquiera que pasara creería que no había nada de extraño con la bonita escena familiar.

Pero Yugo sabía la verdadera historia, o al menos, esperaba saberla.

Como el primer dueño del refugio, el adulto pidió ser informado de todos los movimientos y planes que tenían los mocosos a cambio de permitirles quedarse. Por eso era conocedor de las verdaderas actividades que los mocosos debían cumplir ese día, que claramente no tenía nada que ver con jugar y descansar. A pesar de eso, eran ejemplares hermanos mayores porque parecían haberse redistribuido las tareas de tal modo que tendían con quien jugar.

Mientras Emma supervisaba y ayudaba a armar el fuerte de los pequeños, aburridos de no poder salir al exterior, Ray revisaba el inventario de comestibles disponibles para esa semana -un trabajo que originalmente pertenecía a Emma-.

¿En cuánto al trabajo de Ray?

¡Él debería de estar vigilando afuera del refugio! ¿Qué hacía en el comedor realizando el trabajo de su hermana? Aunque eso era darle demasiado crédito. Ray ni siquiera parecía tener la intención de hacer el trabajo de Emma.

Era imposible que lo realice si tenía sus brazos encima de los papeles.

—Ray —dijo Yugo. Su tono de voz fue firme, con la intención de capturar la atención del adolescente.

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⏰ Última actualización: Jun 03 ⏰

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