Tiempo de calidad

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"Observar su espalda es todo lo que me quedo desde que me quede atrás y él continuo avanzando."

- Masked Deuce.

La vida de Deuce se reducía a la monotonía. Desde que por causas bastante extrañas y fuera de su control había entrado a la tripulación de barba blanca su vida llena de descontrol, violencia, persecuciones y de una extraña diversión que siempre terminaba en catástrofe parecía un sueño muy lejano. A pesar de aun ser parte de una tripulación pirata sentía que era algo parecido a un civil reformado. A diferencia de muchas personas que abordaban el Moby Dick, Deuce no peleaba con regularidad, los viajes en los que salía solo tenían fines exploratorios y su tiempo era invertido en aprender lo que pudiera dentro del consultorio de Marco.

Siempre fue consiente que amaba leer, cualquier libro estaba bien para él sin importar el tema, pero en su mente ese aspecto y llegar a ser enfermero jamás se toparon ni por accidente. Una cosa que agradecía a Ace porque si no fuera por sus interminables peleas con Shirohige y porque en cada una de estas terminaba por pasar a que lo curaran ahí (donde Deuce siempre corría a acompañarlo) no hubiera descubierto lo mucho que amaba todo eso.

Casi todo en su nueva vida estaba bien salvo dos cosas: uno, su trabajo de enfermero en un lugar con mínimo 500 personas donde al menos 10 al día necesitaban su atención ocupaba todo su tiempo y dos, desde la disolución de su antigua tripulación el "tiempo de calidad" que podía pasar con Ace (ni siquiera sabiendo si podía llamarlo "novio") estaba reduciendo hasta casi llegar al 0. Una inquietud que quería considerar tonta, pero que si tenía un momento libre en su ocupado día martillaba su mente sin cesar. Y es que en realidad el hecho de no tomar un camino que fuera de la mano en su totalidad de la piratería era lo que los alejaba. Mientras Deuce desembarcaba en islas en busca de plantas medicinales, Ace lo hacía en islas que se notaran interesantes para pelear o divertirse. Cuando Deuce se desvelaba horas tratando de aprender la nominación correcta de algunos medicamentos Ace se encontraría en una competencia para ver quién era mejor bebedor en una fiesta cualquiera. Y si Ace se encontraba en una de sus expediciones solitarias por cualquier mar que se le atravesara Deuce estaría atendiendo pacientes dentro del Moby Dick. Y en el presente inmediato la última opción era el problema principal. Horas atrás por medio de un den den mushi Ace había avisado que su viaje de 3 meses había culminado y estaba cerca para regresar al barco, con esa revelación la ansiedad se había apoderado del peli-azul.

— «Llevo meses sin verlo, pero dudo que me voltee a ver apenas al llegar...» — su pie se alzaba para golpear el suelo en repetidas ocasiones producto de su nerviosismo. — «Querrá llegar a hablar de su viaje con todos y aunque este en el grupo que lo escuche dudo que lo note.» — sus ojos se hallaban clavados en la página de un libro, recorría los párrafos, pero la información no se procesaba para entenderla y al pasar de página tenía que regresarse y leerla de nuevo, una y otra vez.

— ¡Yoi! — Marco se adentró en la sala. — ¿Cómo vas con eso? — miro sorprendido al menor dándose cuenta que se encontraba en el mismo sitio que hace media hora atrás y sabiendo que Deuce era capaz de leerse libros de 400 hojas en 5 horas era claro que no lo estaba intentando. — ¿Todo bien?

— De maravilla. — respiro hondo y rio nervioso (e incómodo). — De hecho, no sé cómo las cosas no podrían ir bien, Marco. — alzo su libro apegándolo más a su rostro para evitar hablar de la situación. No quería hablar de eso y dejarse en ridículo. — «Ni siquiera sé si soy algo para Ace, ponerme melancólico solo sería patético.» — no quería más burlas en su vida para burlas tenía su vieja vida y había sido muy claro con el tema de dejar todo lo relacionado con ella atrás.

— ¿Estas nervioso por...

— La llegada de Ace no afecta en nada mi vida, Marco. — bufo y acerco más el libro a su cara, en ese punto siendo imposible de leer.

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