Capítulo 20

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Secrets – P!nk

Nerea

Estaba en la oficina, el día estaba algo tranquilo, por lo que trataba de entretenerme dibujando un poco mientras algún estudiante venía a hacer algún trámite. A veces había tanto tiempo muerto que Lizzy veía una serie en su computador y yo terminaba algún dibujo en la sala de juntas que había a un lado de la oficina de Wess.

Estaba decidiendo si dibujar alguna otra cosa, cuando noté que una chica que me parecía conocida se acercaba a la ventanilla de atención. Se inclinó hacia la ventanilla y sonrió.

—Buenas tardes —saludó.

—Buenas tardes, ¿en qué le puedo ayudar?

—Tengo una cita con Wessley Blanc —bajé la mirada hacia el monitor de mi ordenador, donde tenía la agenda electrónica y ahí no había ningún comentario de ninguna cita.

—Permítame un segundo, ¿cuál es su nombre y de dónde nos visita? —pregunté.

—Él me conoce, me llamo Hoo-Young, Laura —volví la vista hacia ella al escuchar su nombre, de inmediato reconocí esa sonrisa peligrosa en aquella cena en la que hicieron pedazos a Paul.

—De acuerdo —me levanté y caminé por el pasillo hacia donde se encontraba la oficina de mi jefe.

Cuando llegué ahí toqué la puerta y antes de que pudiera hacerlo de nuevo, él me abrió. Me miró y yo sonreí nerviosa.

—Tiene una visita.

—Ya la vi —respondió mirando hacia el pasillo—. Quítate el collar.

—¿Por qué? —pregunté tomándolo entre mis dedos. Wess me miró como si tratara con una persona demente y volvió a repetirlo.

—Por favor, quítate el collar. No te metas en problemas. Cuando lo hagas, hazla pasar.

Aún con mis dudas retiré el collar y caminé con él dentro de mi saco hacia donde estaba mi asiento. La mujer ya había pasado hacia las oficinas y Lizzy estaba tratando de detenerla.

—Por favor, no puede pasar si no le han dado el acceso —dijo Lizzy con cierta molestia, pero a Laura no parecía interesarle.

—Hazte a un lado, sí me está esperando y tu compañera se tarda demasiado... —me detuve en el pasillo y ella me miró.

—La esperan, pase —pedí cerrando la mano en torno al collar y haciéndome a un lado para que ella caminara frente a mí.

La mujer pasó al lado de Lizzy sin siquiera reparar en ella y vino hacia donde estaba yo. Al estar frente a mí, me miró fijo y yo solo hice media sonrisa.

—Te conozco —murmuró— eres la chica que defendió a Paul aquella noche. Muy insignificante como para atreverte a mentirnos a todos.

—Señorita, su visita no es conmigo... le pido que por favor siga caminando, la están esperando —pedí y ella rio mientras seguía frente a mí.

Volví la vista hacia donde estaba Lizzy y mi amiga la veía como si acabara de volar una cucaracha frente a nuestros ojos. Laura se dio la vuelta y caminó por el pasillo. Caminaba detrás de ella tratando de entender su actitud. De pronto ella se dio la vuelta para encararme. Laura no era mucho más alta que yo, pero sabía que era más joven.

—¿De dónde sacaste el collar que llevabas puesto?

—¿Perdón?

—El collar... de dónde lo sacaste. Pertenece a una colección muy importante de mi novio. ¿Acaso es una burda imitación?

El Corazón de NereaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora