Love me or leave me tonight.

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Miraba por la ventana del tren, veía los árboles pasar hasta desaparecer, de pronto una planicie estaba frente a sus ojos, con animales y algunos cultivos. Ellos podrían haber sido eso. Podrían haber escapado y vivido una vida tranquila...

Pero él no iba a abandonar todo, debería haberlo sabido.

Suspiró, mirando las palmas de sus manos desaparecer ante sus ojos. Las lágrimas rodaban por sus mejillas y solo se preguntaba cómo. ¿Cómo llegó a esto?

Era una fiesta para despedir su soltería. O eso se suponía.

Seungmin observaba a cada uno de los asistentes. Su hermano mayor organizó todo hace meses: chicas bailando en el escenario, los invitados con gorras de fiesta, guirnaldas alrededor se sus cuellos y tragos en sus manos.

Bufó. Solamente una hora, solo una más.

Hicieron el trato de dejarlo escapar a la una a.m., cuando ya todos estuviesen lo suficientemente ebrios y olvidaran por qué estaban ahí.

"Sé lo que quieres hacer... sé lo que haces, Seungmin. Y yo no voy a detenerte... pretendo ayudarte."

Fue lo que Woonpil dijo cuando le ofreció esa fiesta. Una distracción, una forma de pasar una última noche junto a su amado.

El reloj de su muñeca vibró.


"No aguanto más sin ti, estoy afuera."
-Minho.

Eso era todo lo que necesitaba. Se puso de pie, tropezó con los invitados, se disculpó diciendo que iría al baño. Su hermano le lanzó una mirada, ambos se paralizaron. Brian, el amigo del mayor, le hizo un gesto para que se fuera, Woonpil suspiró. Entonces sus pies corrieron a la salida trasera.
La noche se sintió fría cuando el viento le golpeó el rostro. Sin embargo, elevó la mirada y cambió por completo de opinión. Minho lo observaba con una sonrisa apretada y ojos tímidos. La piel se le puso de gallina en un instante y se dirigió al lugar al que siempre sentiría que pertenecía. Junto a él, en sus brazos.
El camino en auto fue largo. Irían a la costa. Serían algunas horas, mañana debía estar a medio día en casa de sus padres para estar listo a las ocho en punto, sin embargo, lo valía.

Contempló al chico a su lado. Ojos gatunos, nariz filosa y labios deliciosos. El cabello negro bailaba sobre su frente debido al aire que ingresaba desde la ventana. Pararon en un semáforo en rojo. Minho volteó y le sonrió, estiró su mano y acarició su mejilla. Un bocinazo los sacó del trance y el brazo del conductor bajó hasta su muslo donde apretó y se mantuvo todo el resto del camino.

Llegaron a la orilla de la playa, ambos bajaron y Minho le extendió una chaqueta al menor. Caminaron sin decir palabra. A la mitad se sacaron las zapatillas. El rugido de las olas los arrullaba y los hacía sentir en paz. En cuanto se sentaron la cabeza de Seungmin cayó sobre el hombro del mayor y comenzó a hablar sobre el mar, sobre la luna y sobre cualquier cosa que pasara por su cabeza. Así era él. Y Minho solo lo contemplaba con ojos enamorados, con el reflejo de la noche en ellos y las estrellas brillando dentro.

Cuando la brisa gélida consiguió calar sus huesos se dirigieron a un pequeño conjunto de cabañas. Un anciano les pasó las llaves y ni siquiera les prestó atención cuando le informaron que se irían al día siguiente.

Minho observó a Seungmin entrar frotándose las manos. Lo abrazó por la espalda y restregó su nariz en la tela del suéter que este llevaba.

Love Me or Leave Me 》2min OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora