So tell me now...

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El altoparlante avisó sobre la última parada. Tendría que bajarse allí y tomar un autobús. Planeaba botar su celular y empezar completamente de nuevo. Ser drástico y terco eran dos cosas que lo identificaban muy bien, así que la decisión ya estaba tomada. Se quedaría dos días en esa pequeña residencia que vio en un anuncio y luego buscaría otro camino. Ya había enviado un mensaje a sus padres y después de obtener un nuevo teléfono los llamaría para decirles que estaba bien. Se aseguraría de no mirar la televisión, ni las noticias, ni los diarios. La premisa de la boda estaría por doquier.

Las puertas se abrieron y se puso de pie. Su caminar era pesado y cansado. Sus hombros caídos y sus ojos rojizos y secos. Era un desastre.

Miró los letreros hasta encontrar la flecha que llevaba a la salida. Caminó hacia donde apuntaba. Una vez afuera tiró su celular al piso, lo pisó hasta romperlo en dos y luego lo lanzó al bote de basura que tenía cerca.

El viento le desordenó el cabello y en cuanto lo apartó de sus ojos lo vio.

Estaba peor que él. Temblaba como un cachorro abandonado. Estaba lloviendo a cántaros, era un detalle que no consideró en su nuevo plan. Aunque tampoco al chico que lo miraba ahora mismo.

Sus pies no respondieron a pesar de que les ordenó salir de ahí.

Ni siquiera cuando los brazos empapados lo rodeaban y el susurro del llanto ajeno lo hacía arrugar el rostro para unírsele.

“No te vayas.”

La respuesta era sí.

—Crys.

Love Me or Leave Me 》2min OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora