Slowly Please!-(changin)

🍼~¡My søurce break!~🍼

Changbin dejó su chaqueta en el sillón. Suspiró. Cuando llegaba a casa... No tenía a nadie quién lo esperará, ni quién le besará, ni quién le abrazará. Nada.

Todas las veces que pudo haberle dado cariño o besitos a Jeongin después de llegar. Pero no, no lo hizo. Y ya no podía volver a hacerlo. Bueno, según él.

Extrañaba a Jeongin y a su cachorro. Extrañaba sentirlo moverse...  En 3-2 semanas, Jeongin ya tendría sus 9 meses. Por fin...

Solo que esté tenía un horroroso dolor en la espalda, que parecía ser eterno. Bueno, estaba clara la razón. Pero igual.

Jeongin se quedó unos días en la casa de jeongyeon y de Nayeon, sólo mientras buscaba un hotel en dónde quedarse.

Pero últimamente estaba triste. Jeongyeon hacia todo menos lo que Changbin hacía con él. No le gritaba a Nayeon, no la golpeaba, aunque ella no estuviera de acuerdo con x cosa igual le daba la razón a Naye. Pero... Aunque Jeongin no tuvo la oportunidad de estar así con su ex-pareja, se alegraba que Nayeon sí lo logrará.

Una noche, estaban en la sala. Jeongyeon estaba con Nayeon en el sillón, y Jeongin en la mesa. Lo tenían como niño chico. Jeongyeon no lo dejaría pararse hasta comerse todo. Y Jeongin no quería.

-Jeongyeooon... No tengo hambre.

-No me importa, hace días que no estás comiendo bien. Apenas la miras, estás muy delgado. Te hará mal. Anda, come.

Jeongin se acercó la puntita de la comida a su rostro, e intentó comerlo. Pero no pudo. Y corrió al baño a vomitar.

Nayeon se puso triste.

Jeongin se enjuagó la boca y salió del baño.

-¿No te gustó la comida, Jeong...?

Dijo muy triste ella. Nayeon cocinaba muy rico, pero el problema era el embarazo y el apetito.

-Sí me gustó, Naye. Pero es que no tengo mucho apetito, y vomité por algo normal del embarazo... No te preocupes.

Jeongin se veía muy débil. Todo lo que comía lo vomitaba, también su apetito estaba de la mierda.

Hace días que se sentía mal. Por su culpa Nayeon pensaba que lo que cocinaba daba asco.

Jeongyeon solo suspiró. Y sería miró a Jeongin.

-Bien, ve a tu habitación sí quieres, Jeongin.

Jeongin solo se sintió incómodo. No quería quedarse ahí por Nayeon, porque como pasó ahora, la hizo sentir mal sin querer. Solo lo "arruinaba" todo, siempre la cagaba. Aunque no fuera su intención.

Y así pasaron unas semanas, exactamente 3.

Jeongin se sentía peor que antes, solo... Su espalda estaba al borde de romperse. Dolía mucho, y como era inevitable, las contracciones eran aún peores.

Por suerte, Felix tenía unas habitaciones extra, y le ofreció a Jeongin quedarse. Y obviamente, este aceptó.

Llevó sus prendas de ropa, las cosas del bebé, y las niñas irían el fin de semana a quedarse con él. Por mientras, se quedarían en la casa de Changbin.

Solo se quedaría el tiempo necesario en la casa de Félix. Después de unos 1 mes o 2 se iría.

Los días para Jeongin pasaban muy, muy lentos. Ya no aguantaba más con su dolor. Y sunoo se movía hacía todas partes y esquinas de su vientre. Un infierno para Jeongin.

Últimamente, en sus comidas del día, solo las probaba. Pero no podía comerselas, porque de inmediato estaba vomitando.

Lo bueno era que, Felix siempre estaba con él. Acompañándolo hasta cuándo sentía un dolor.

Aunque haya pasado ESO con hyunjin, Felix siempre supo que no fue la culpa de Jeongin. Y que él no quería nada con hwang.

Pasaron los días, Felix tenía que ir de compras porque a su bebé de dos años, le faltaban pañales, ropa y leche. Porque usualmente, Felix no estaba generando suficiente leche para alimentar desde sus pechos a la bebé. Por lo que tenía comprar.

Felix saldría con sus hijos, porque estos sentían un poco de desconfianza con Jeongin, no eran muy cercanos.

Felix salió a las 6:00 p. m debería volver como a las 7:00 o a las 8:00 p.m.

Ya oscureció, las luces de la calle estaban encendidas. Iluminaban gran parte de la zona. Felix seguro tuvo que comprar más o cosas que sus hijos pidieron. O no se sabe que hacía.

Jeongin se metió a bañar, estuvo todo el día ayudando a Felix con el desorden. Y después de haber hecho casi todo en las habitaciones de los niños, después tuvo que ir a ordenar la suya. Estaba algo cansado, y no le gustaría dormirse sin antes ducharse.

Se sacó la ropa, se pusó la bata y se fue a la ducha.

Lavaba su cuerpo y se iba quitando la suciedad que había generado en el día.

Se aplicó un poco de su champú de fresa, ni él sabía por qué tenía de eso, pero lo usaba por el rico olor que dejaba este.

Se enjuagó el cabello y salió del baño, con la bata colgada en sus hombros y la cinta de tela rosada que tenía amarrada a la cintura.

Empezó a secarse el cabello con una toalla. Una vez ya seco, se pusó un poco de su perfume, el que le había dado Changbin. No había cosa que no le recordara a su ex-marido.

Se desanimó un poco, pero siguió en lo suyo.

Se miró nuevamente en el espejo, según él. Sabía el porqué Changbin ya no lo quería, su cuerpo era... "Feo".

Tal vez sí no se hubieran descuidado, esto no estaría pasando.

Solo bastó un puto condón roto.

Mordió su labio, se sentía raro y un poco nervioso. Por alguna razón.

Comenzó a sentirse un poco adolorido, tenía contracciones. Suspiró pesadamente y tocó un poco su vientre, sentándose en la cama, con sumo cuidado.

No solo por el dolor, sabía que algo le ocurría a su bebé o a él.

No era muy doloroso en sí, pero Jeongin lo sentía muy fuerte y a la vez, estaba un poco jadeante.

-A-ah...

cerró sus ojos, con la boca medianamente abierta por el dolor.

Tenía frío, el dolor no le hacía olvidar que seguía con la bata, y desnudo.

Tenía una punzada horrible en la vagina, sentía como sí esta se estuviera dilatando.

Aferró sus manos a las sábanas, las apretó y jadeó de dolor. Se pusó de pie y lentamente caminó hacía el tocador que estaba a un lado de él.

Tuvo muchas contracciones a la vez, más fuertes y dolorosas.

No sabía que era lo que pasaba en ese momento, pero con lo siguiente se aclaró.

Gritó de dolor con una mano en su espalda y otra en el tocador, su cuerpo pesaba y sus piernas estaban débiles. Algo comenzó a gotear desde su entrepierna. Mojando el piso de cerámica blanca. Expulsó un líquido que parecía ser agua, con unas gotitas de sangre.

Su respiración se aceleró, asustado. Sin saber qué hacer... Sentía como cada vez su dolor aumentaba, con lágrimas en sus mejillas. Llorando de dolor y angustia. Sus piernas comenzaron a empaparse de tal líquido.

Se le había roto la fuente.