Una mujer de baja estatura, cocinaba un estofado, desde que su hermana fue asesinada y su cuerpo desapareció, ha estado atendiendo a los enfermos que llegan a su cabaña.
Mientras buscaba unos tazones para servirse su comida, escucho que tocaban la puerta de su hogar con desespero.
Abrió la puerta y una mujer exaltada le rogo que le ayudará, la mujer era bien vestida, al parecer es una sirvienta.
—¡¡Por favor Ágata-san, ayude a mi señor, se lo suplico!!—la mujer se aferró a ella y ella asintio, la sirvienta le pidió a los otros que pasarán, en una camilla improvisada hecha de bambú se encuentra un adolescente de máxima edad de catorce años, de piel de porcelana y cabello completamente negro y rozaba su hombros.
El niño respiraba con dificultad y sus ojos morados intensos estaban perdiendo color, se estaba quedando ciego.
Ágata les indico donde dejar al menor, y con sumo cuidado lo colocaron en el lugar indicado.
La mujer tomo varias plantas, y las mezclo con un poco de agua de río, saco glicinias y las deshico y las hecho, las molió en un tazón de piedra con una roca de volcán.
Al terminar la mezcla, lo agarro con las manos y le dio forma de bolita a la mezcla, sujeto la nuca del menor y lo obligó a comer la mezcla, y con sus dedos movió la mandíbula del peli negro simulando mordidas.
El peli negro dejo de respirar con dificultad y sus ojos volvieron a su color morado intenso.
—Nunca había visto una maldición así—susurro.
—Necesito que me den el permiso de que se aloje aquí, por un tiempo—
—Pe-e-ero, no podemos, el tiene sus responsabilidades—tartamudeo la mujer, juntando sus manos.
—Si quieren que su señor sufra esto de nuevo, bien se lo pueden llevar—hablo con un semblante serio.
Pasaron minutos discutiendo, hasta que el menor hablo con dificultad.
—Por favor, déjenme con ella— su voz tranquiliza a los sirvientes y dan una reverencia y se retiran.
Ágata suspira y cierra la puerta de su cabaña.
—Muy bien pequeño, que te sucedió—su seriedad se desvaneció y fue remplazada con amabilidad.
—No soy pequeño—volteo su cabeza hacia otro lado evitando mirar a la mujer joven.
—Muy bien, empiezo yo, mi nombre es Ágata Shimuzu—Lo dijo con orgullo.
—Me llamo... Kagaya ubuyashiki—
Volteo a ver a la mujer, y se la quedó viendo, ella trae un parche de una flor en su ojo, y cicatrices en su rostro.
—Un gusto conocerte Ubuyashiki-sama—sonrio
Pasaron dos días, desde que kagaya se quedó con Ágata, ella estaba en el río en compañía del menor, mientras ella pescaba, el otro comía fruta recolectada por la mujer joven.
Salió del río con lo que había pescado.
Kagaya solo la observaba desde lejos, extrañaba su hogar, pero se sentía libre lejos de las responsabilidades de ser el líder de la cofradía de cazadora de demonios.—¿Tienes hambre?, o ¿quieres seguir comiéndote toda mi fruta?—rio ante su comentario.
El pelinegro se sonrojo ante el comentario de la morena.
Ayudo a levantar al menor y lo guío hasta su cabaña, al llegar el menor se sento en el tatami, mientras la otra ingresaba a su baño.
—Ubuyashiki-sama, podrías venir— el pelinegro hizo caso y se acercó al baño y ingreso.
La mujer estaba preparando un baño para el menor, con plantas medicinales para que las marcas no avanzarán.
Y así empieza su historia.
𝚈𝚊 𝚜𝚎 𝚖𝚎 𝚚𝚞𝚎𝚍ó 𝚑𝚘𝚛𝚛𝚒𝚋𝚕𝚎, 𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚑𝚊𝚛é 𝚍𝚘𝚜 𝚌𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚜𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚘𝚌𝚒𝚎𝚛𝚘𝚗, 𝚗𝚘 𝚖𝚎 𝚐𝚞𝚜𝚝𝚊 𝚑𝚊𝚌𝚎𝚛 𝚖𝚞𝚌𝚑𝚘 𝚛𝚎𝚕𝚕𝚎𝚗𝚘.
𝚃𝚊𝚕 𝚟𝚎𝚣 𝚝𝚎𝚗𝚐𝚊 𝚞𝚗 𝚙𝚘𝚌𝚘 𝚍𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚎𝚗𝚒𝚍𝚘 +𝟷𝟾, 𝚘 𝚝𝚊𝚕 𝚟𝚎𝚣 𝚗𝚘𝙻𝚊𝚜 𝚊𝚌𝚝𝚞𝚊𝚕𝚒𝚣𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚜𝚎𝚛á𝚗 𝚌𝚊𝚍𝚊 𝚕𝚞𝚗𝚎𝚜 𝚢 𝚜𝚎𝚛á𝚗 𝚍𝚘𝚜 𝚌𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘𝚜 𝚋𝚞𝚎𝚗𝚘 𝚋𝚢𝚎𝚎
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ᴍɪ ᴀᴍᴀᴅᴀ ᴘɪʟᴀʀ
FanfictionUna doctora o curandera le ayudo a recuperar la vista a nuestro querido kagaya ubuyashiki, el líder de la cofradía de cazadores de demonios. Esta relación, será en tanto posesiva y saludable.