Después de esa noche, un velo cayó sobre ti,
diferente, distante, cortante como un filo,
y en mi alma, la preocupación creció,
al escuchar tus palabras de desdén.
Me confesaste tus sentimientos nacientes,
una tormenta que no querías enfrentar,
y en mi pecho, un dolor sordo, persistente,
al saber que yo no era tu destino a amar.
Te rogué que mantuviéramos la amistad,
pues mi amor por ti era más grande que el cielo,
pero aún así, continuaste cambiando,
dejando en mi corazón una grieta, un anhelo.
Cada día, sentí cómo mi corazón se rompía,
crack, crack, crack, el sonido del dolor,
mis ojos se humedecían con lágrimas frías,
al ver tu foto con alguien más, ¡qué dolor!
Solo 12 días después de esa noche fatídica,
para ti, todo parecía no tener importancia,
mi corazón latía fuerte, pero su ritmo cambiaba,
y mi respiración se volvía cortante, sin esperanza.
En ese momento, comprendí con tristeza,
que para ti, yo no era más que un suspiro,
y en el eco de mi dolor, en la oscuridad,
me encontré, solitario, herido y perdido.
Scarleth Reyes
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Cicatrices y Estrellas☆
Poetry"En este libro de poemas, cada página narra una historia de amor imposible y amor lastimado. A través de versos cargados de emoción, se exploran las dualidades del amor: su belleza y su dolor. Estas composiciones revelan que el amor en sí mismo no l...
