Sotidlam Sol (RP Hetero /yaoi)

Escenario Único

Nunca habías visto un lugar tan apartado como al qué de camino te encontrabas, un poblado qué se hallaba en una isla, lugar al que solo se podía acceder en una embarcación y que solo había viajes por temporadas, las inclemencias del clima eran muy asiuas haciendo muy difícil tanto entrar como salir de tal zona.

Tu situación actual no era la mejor en tu vida, constantes problemas encima y que parte de estos fueron los que te orillaron a encontrarte en el muelle de ese extraño poblado. Por suerte, si es que se le podía llamar así, había una persona en el lugar a la que conocías, una chica con la que hiciste amistad, ya qué ella había sido enviada de intercambio a la escuela a la qué antes asistías, donde estuvo contigo por unos cuantos meses. La joven era carismática, y no le fue difícil  crear un pequeño vinculo de amistad contigo y eso funcionó para qué al menos estuviese ahí para darte la bienvenida, en el sitio que de ahora en adelante sería tu hogar y tu castigo también.

—es una pena que nos volvieramos a ver de esta manera —te dijo esa guapa pelirroja dandote un abrazo a modo de buscar reconfortarte para luego separarse y acomodar de manera afectuosa tu cabelo.

Después de esto te guio a traves de aquellas calles vacias y llenas de místicismo, la tenue bruma blanca proveniente del océano le daba ese toque sin igual y que acrecentaba tu sentido de alerta, el lugar era bello, por ese toque antiguo qué tenia, mas no te podías sentir a gusto, era como si algo dentro de ti te insistiera que debías marcharte. Aun así no era como que tuvieras alternativa, asi que desististe de tu instituto de supervivencia y seguiste adelante.

Poco después te hallaste fuera del portón del gran reformatorio, un edificio viejo, pero que se notaba muy bien conservado, el estilo barroco de su decoración además del verde del las plantas del húmedo y cuidado jardín te hacían claro que se empeñaban mucho en su mantenimiento, puesto que viste a lo lejos a un sujeto acuclillado dándote la espalda, trabajar en las flores podando sus hojas.

—yo te acompaño hasta aquí, ya qué yo no puedo entrar... — te dijo Rose colocando a tu lado una de tus maletas — me daré unas vueltas de vez en cuando para poder verte, aunque sea a escondidas.. — te dio un papel que por el momento guardaste en el interior de tu bolsillo.

Ella se dio la vuelta y al dar unos cuantos pasos ella desapareció entre la niebla, te dio escalofríos, pero pensaste que solo era tu mente qué jugaba contigo porque no querías estar en dicho lugar. Te introdujiste a las instalaciones y buscaste con la mirada al sujeto qué trabajaba en el exterior pero ya no lo hallaste.

—Debes ser el nuevo alumno.. —esa voz aparte de hacerte dar un vuelco en tu sitio te hizo girar a un lado y viste a un apuesto caballero de ojos verdes, de azabache cabellera y tan alto que te hizo tragar saliva con difícultad—.. no temas, soy uno de tus profesores..

El hombre te sonrió, parecía amable, sus palabras eran graves, pero no desagradables ni agresivas.

—sígueme, te llevare a tu dormitorio..

Tomo una de tus maletas para ayudarte por lo que no te quedó remedio qué seguirlo al interior de aquella edificación. Adentro el ambiente no era muy distinto al de afuera, lúgubre y frío, con los pasillos prácticamente vacíos, ¿acaso no había más estudiantes? Te preguntaste, pero alcanzaste a ver a una joven de uniforme caminar a lo lejos, pero eso lejos de traerte tranquilidad te dio más temor, porque era como ver a un fantasma deambular por ahí.

—mi nombre es Eckbert Volkov —las palabras del profesor te hicieron brincar de nuevo al sacarte de tus pensamientos— seré tu maestro de matemáticas, si tienes alguna duda sobre tu estadía puedes acudir a mi... —diciendo esto abrió una puerta, habían llegado a un tercer piso y ni cuenta te habías dado, la  madera hizo el típico rechinido qué eriza la piel pero adentro por lo menos se veía acogedor y sobre todo más cálido, afuera estaba haciendo mucho frio incluso siendo verano—puedes acomodarte en esa cama en la parte de abajo —señaló una litera qué estaba en una esquina—.. después conoceras a tus compañeros...

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Bien aquí esta el escenario, favor de poner nombre y edad.

Por cierto, se me paso decirles que a mi los fines de semana se me complican, asi que si no llego a contestar esos días ya saben porque.