Drabbles, incorrect quotes, headcanons, todos mostrando como Gabimaru ama, adora y desea a su esposa con toda el alma. En diferentes universos, tiempos y el original. La ama con toda su alma.
-Gabimaru, Sagiri-San está aquí. -Habló su esposa desde...
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Gabimaru estaba emocionado, se iba a casar con la mujer de sus sueños. Estaba comprometido con una dulce mujer de cabellos rubios, ojos marrones y una linda cicatriz en su ojo derecho.
—Yui, te amo. —Mencionó desde las piernas de su prometida recibiendo una caricia en la mejilla, en su apartamento.
Si bien su repentina exposición de que ambos eran pareja había llegado de sorpresa (por los diferentes estatus social y actitudes) todos sus amigos se lo habían tomado bien. Eso también había inspirado a Tenza a por fin declarar su amor a Nurugai.
—Gabimaru, eres una ternura. —Se inclinó la mujer besando los labios del albino con ternura, provocando un estruendoso color rojizo en sus mejillas.
—Ah.. —Volteó al lado opuesto, tratando de disimular su avergonzamiento cambiando de tema.— Dijo Sagiri que le había dicho Tenza qué también quería casarse con Nurugai.
Ante el cambio de tema la mujer soltó una risita, luego hizo un luego mohín y sonrió.
—¿Nurugai-San es la chica bajita que vino junto contigo porque te siguió y la quisiste golpear pero no sabías que era chica? Soy muy mala recordando. —Burló suavemente la de cicatriz a su prometido, desde aquella vez que sucedió aquello la mujer ríe divertida.
—Cariño... —Bajó la voz avergonzado, Gabimaru, el hombre al que tomaban de cruel en las calles y lugares era una total ternura con su (ya casi) mujer.
—¡Gabimaru! ¡Me dijiste cariño! —Sus mejillas enrojecieron y se levantó de manera abrupta, tirando al albino al suelo, quien soltó un quejido. — ¡Oh! Lo siento.
Se disculpó la de ojos claros y se arrodilló avergonzada mientras besó un costado de la mejilla del albino de ojos amarillos.
—Está bien, Yui, no te preocupes. —Sonrió con sus mejillas rojas, besó tembloroso los labios de su mujer mientras acariciaba su mejilla de lado derecho, acariciando con amor su cicatriz.
—Dime cariño, me gustó mucho, amado. —Subió su mirada hacia el rostro del más bajo.
—Te amo, cariño.. —Mencionó avergonzado mientras juntaba su cabeza hacia el hombro de la mujer, avergonzado.
—Yo también lo hago, mi amado. —Contestó la rubia mientras acariciaba la espalda y cuello del de ojos amarillos.
