Extraño

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⚠️⚠️⚠️ Temas sensibles: armas, amenazas, etcétera.

- Rainelis Rosario Rojas desaparece en las calles de Puerto Rico de camino a casa, sus padres están muy desolados por su desaparición y todavía no se ha podido encontrar nada, temen que "Beast", el asesino en serie de todo Puerto Rico haya vuelto. Ahora unas declaraciones de los familiares de Rosario. - La sangre de Alondra corría con fuerza por sus venas y con una sonrisa egocéntrica y orgullosa en su rostro bebía un pequeño trago de whisky. Podía ver el dolor en los ojos de aquellas personas, le encantaba ver a la gente sufrir, le producía un cosquilleo en la tripa que hacía que se mordiese el labio de manera inevitable. Miró hacía atrás y vió a aquella niña dormida después de noquearla hace apenas unos minutos. Se levantó y se aseguró de que estuviera dormida, agarró su rostro y la observó bien.. se le quedó mirando por unos segundos y sintió un ligero cosquilleo en su tripa de nuevo, pero esta vez no era un deseo de desvivir a la gente, era.. otra cosa.. pestañeó varias veces y se giró para coger su máscara y ponérsela, agarró un cuchillo y salió del sótano, asegurando no dejar nada que pudiera que la chica se libere. Mientras se paseaba por las calles, tuvo que esconderse algunas veces de oficiales de policía, aunque su estilo no era exactamente el silencio, el escondite o el ser un cobarde, pero así tenía que ser. Cuando caminaba por unas calles, vió a un oficial justo delante suya y antes de levantar la cabeza, volteó el cuchillo y le pegó con el mango de éste en la cabeza, dejando que cayese. Miró alrededor y agarró el walkie-talkie al escuchar una pequeña señal.

- Oficial doscientos noventa, ¿Como va todo por allí? - Preguntaba una voz femenina, la rubia sonrió y abrió sus labios para hablar, antes activando el modulador de voz.

- El oficial ha tenido un pequeño.. problema. - Ésa voz la podía conocer hasta un recién nacido, esa voz tan falsa, esa voz tan susurrante, tan grave. Se escuchó un pequeño suspiro detrás del walkie-talkie. - Que pasa? Parece que has escuchado a un fantasma. - La oficial se mantuvo en silencio y de pronto se escucharon sirenas de policía. - No estoy sordo. - Explicó mientras estampaba el walkie-talkie contra el suelo y cargaba al oficial en sus brazos, yéndose corriendo de allí. Cuándo llegó al sótano, abrió la puerta enfadada y suspiró sin quitarse la máscara. Tiró al oficial y dejó que cayera por las escaleras, éste pegó un grito de dolor que alteró a la de rizos, que al instante se levantó y miró hacia el lado, viendo de nuevo a ese monstruo. En realidad, Beast no era tan alto, era bastante bajito a decir verdad.. se mantuvo en silencio pero con los ojos bien abiertos, asustada, aterrorizada. Se intentó mover pero obvio que era imposible. Beast golpeaba sin cesar a aquél policía.. agarró una silla mientras el policía hacia un contacto con la pelirroja.

- Rainelis! - Gritó el oficial. Beast golpeó su espalda y dejó su pie ahí clavado.

- Cállate la boca, puñeta. - La rabia en la voz de Beast ya era más palpable incluso con un modulador de voz, ese "puñeta" se escuchó diferente, se escuchó más extraño. Rainelis apartó la mirada mientras escuchaba los quejidos del hombre, mientras le ordenaba que se sentara en la silla, el hombre lo hizo y el asesino, se fue hasta la parte trasera de la silla para atar las manos del hombre, le dió la vuelta al hombre para que Rosario no viera su rostro. - Cómo te llamas? - Preguntó el "hombre" aunque bueno no sé sabía su sexo. No escuchó respuesta y un puñetazo encajado en la boca. - Arranca huelebicho. - Se notaba el acento de Puerto Rico, no se notaba forzado.

- Raúl! Soy Raúl!

- Raúl y que más?

- Raúl.. Contreras. - El asesino se separó un poco..

- Dime tú edad.

- Veintiuno.. - Dijo el oficial.. Rai confundida observó, alguien tan joven trabajando en éste tipo de cosas? No podía creer lo que estaba viendo y escuchando y ella estaba totalmente vulnerable, eso le hacía arder la sangre, pero de pronto, la máscara se desplomó del rostro de aquél asesino. Un pelo rubio, largo y ondulado por las puntas, caía lentamente. Rosario abrió los ojos más sorprendida, queriendo ver el rostro de aquella asesina.. era una puta mujer.

- Tú me conoces, a qué sí.. - A pesar de eso, el modulador seguía activado, la chica lo observó desde arriba y Raúl abrió los ojos asustado.

- ¡Alondra! - Gritó el chico. El nombre de la chica se quedó en la mente de Rainelis, y mientras una bofetada se encajaba en la cara del chico, la rubia lo agarró con fuerza, le puso una cinta gris en la boca y se puso la máscara, se lo llevó a un cuarto y en unos pocos minutos, los gritos de auxilio cesaron en la habitación. Salió del cuarto, cuchillo empapado de líquido rojo y gotas del mismo color en la máscara, cerró la puerta con seguro y se dirigió al lavabo para lavar el cuchillo. Luego lo dejó escurrir y pasó por al lado de la chica pelirroja, está sintió un escalofrío en su cuerpo pero pasó por al lado suya como si nada y se metió en otro cuarto.. a los veinte o treinta minutos, un delicioso olor llegó a las fosas nasales de Rai. De la cocina salió aquel monstruo. Estaba impresionada con el hecho de que parecía vivir con la máscara puesta.. le arrancó la cinta de la boca y el modulador volvió a activarse.

- Tienes hambre? - Preguntó la chica misteriosa, Rainelis asintió y rápidamente la cinta volvió a su boca.. a los pequeños minutos, la asesina salió de nuevo con un plato de comida, lo dejó en la mesa y le quitó la cinta de la boca. - Quieres comer? - silencio. - Habla, niña.. no tengo todo el tiempo para ti.

- Si..

- Te gusta ésto? - Enseñó el plato, mofongo. Los ojos de la chica se abrieron.

- Me encanta.. - Dijo con una voz sin energía.. Beast levantó la cabeza y se escuchó una risa.

- Puedo confiar en tí? - Dijo la más baja.. la pelirroja asintió. Puso el plato de mofongo en la mesa que tenía enfrente de la televisión y rápidamente, desató sus manos. - Cómo te escapes o empieces a gritar.. te clavo el tenedor en el ojo. - Los escalofríos fueron grandes en el cuerpo de la chica.

- Si, señora. - Beast se asomó a su lado. Agarrando sus muñecas antes de que la chica se levantara.

- ¿Señora? Niña apenas te saco algunos años. - La pelirroja miró aquella máscara a su lado, sorprenfida por ello. 'algunos'? Cuantos? Uno? Tres? Cinco? Cuántos? Pensaba la chica mientras veía como ahora se iba a la parte de delante y le desataba los pies. La chica se levantó y corrió al plato de comida.. notó una brisa en la cara y rápidamente se llevó la mano a la mejilla, notando el corte. Se quejó pero igualmente se sentó en el sillón. Ésto le olía raro no, lo siguiente, una asesina en serie le estaba tratando genial, como si fuera su hija. Miró el plato de mofongo y el olor volvió a llegar a las fosas nasales de la pelirroja.. sin pensarlo mucho, comenzó a comer. Vaya vida más rara. -

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Cine. Espero os guste ésta nueva parte.. próximamente: Oficina.

Gracias por el apoyo 💘💘💘💘💘💘

-Azako

ℭ𝔯𝔦𝔪𝔦𝔫𝔞𝔩. - ℜ𝔞𝔦𝔩𝔬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora