capítulo tres

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— en dónde jude descubre que la chica a la que ha besado es nada más y nada menos que la hermana de brahim, un futbolista de su mismo club y también un amigo.

VOTA Y COMENTA !( 110 votos  desbloquean: CAPÍTULO 004😵‍💫💘)— en dónde jude descubre que la chica a la que ha besado es nada más y nada menos que la hermana de brahim, un futbolista de su mismo club y también un amigo

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EL PARTIDO ACABÓ CON una nueva victoria del Real Madrid, así que el equipo se quedaba en casa con 3 puntos importantes que los posicionaban líderes en la liga.

Aunque Jude ya había celebrado un par de éxitos con el Madrid durante el tour en Estados Unidos, nada se asemejaba a la felicidad que sentía en estos momentos después de ganar su primer Clásico en la liga. A pesar de recordar las celebraciones en Alemania con la afición del Borrusia Dortmund, su antiguo equipo, tenía muy claro que los alemanes estaban locos, pero los españoles eran, y siempre serían, otro rollo.

El británico estuvo cantando con la afición de las gradas más cercanas al campo durante un buen rato, se sacó algunas fotos con los más insistentes, y algunos de sus compañeros lanzaron una camiseta aquí y allí, como Vini y Carvajal. Lastima que el tiempo pasaba y la gente se empezaba a ir, motivo por el que, después del descanso, Jude ya no había visto más a la chica del cartel.

—Hey, Jude.— se le acercó Camavinga, burlándose de él por la canción de los Beatles. El centrocampista largó una risita ante la referencia — ¿Porqué tan triste? Tienes cara de culo.

Se sentó a su lado en el césped, y consiguió hacerle sonreír.

—Ah bueno gracias.— Jude rodó los ojos.

—¿Porqué esa cara?

—Se me ha ido mi amor, Cama...— fingió tristeza, llevándose una mano al corazón con pesar.

Si algo se le daba bien al mayor de los Bellingham era dramatizar, y al francés le dio por reír.

—¿La chica del cartel?— preguntó, y Bellingham asintió, sintiendo su corazón latir con fuerza ante la idea de poder verla una vez más— Pues tengo buenas noticias para ti.

—¿Sí?— cuestionó, alzando levemente una ceja.

Por experiencias pasadas, Bellingham sabía que Camavinga no era, exactamente, alguien de quien se debía fiar, así que procuró no hacerse ilusiones, al menos no antes de tiempo.

—Bueno, tengo dos. Una buena y una mala. ¿Cual primero?— le preguntó.

Sabía yo que había trampa. Pensó Jude. Eduardo era algo así como una caja de sorpresas, porwue siempre tenía alguna cosa guardada bajo la manga. Además, la conversación se estaba poniendo demasiado interesante, y el moreno sabía que su amigo ocultaba algo, de hecho, daba por sentado que encima estaba disfrutando de ocultárselo.

El británico se llevó una mano a la barbilla y se rascó- a propósito- la perilla que se había estado dejando crecer durante unos días, fingiendo estar reflexionando intensamente en cuál de las dos noticias elegir primero.

KISS, JUDE BELLINGHAM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora