Atlanta, Georgia…
A Yoongi le dolían los pies, los brazos, la cintura… de hecho era más difícil señalar las partes del cuerpo no le dolían. Pero gracias al cielo, Yoongi no era de los que se quejaban en voz alta, así que le resulto fácil sonreír cuando vislumbro a Jungkook acercándose.—Solo tenemos quince minutos antes de volver —Dijo Jungkook entregándole un plato de porcelana con pequeños bocadillos.
Estaba muerto de hambre, en todo el día no habían parado para tomar un descanso. Desde arreglar el salón, colocar las mesas, adornar la estancia, descargar los camiones de comida… entre muchas otras cosas más no había tiempo para tomar un respiro. Ahora tenía más respeto por los hombres y mujeres que trabajan de meseros o por las personas que trabajan demasiado recibiendo el salario mínimo. Demasiado trabajo, poca paga. <<Dios los proteja>>—Gracias —susurró a su novio, Jungkook tomó asiento a su lado sobre el banco de piedra, inmediatamente Yoongi se pegó a su costado, recargando la cabeza contra su hombro, suspiró aliviado, tenía todo el día tratando de tocar a Jungkook de cualquier manera que pudiera conseguirlo. Yoongi era un cursi enamorado, pero no le importaba. Jungkook acaricio su cabello.
—En absoluto —mintió, pero era imposible engañar a Jungkook, él lo conocía bastante bien. Muy bien, después de haber sido amigos durante varios años y después amantes, era prácticamente natural que Jungkook lo conociera mejor que él mismo.
—Te dije que no era necesario que vinieras.
—Les hacía falta uno, me alegra poder ayudarte —Yoongi cerro los ojos. Eran tan pocos los momentos que pasaba con Jungkook últimamente, entre la universidad, los trabajos de medio tiempo que Jungkook se empeñaba en realizar, las prácticas y la tesis que Yoongi aprovechaba cualquier pretexto para poder estar con él, no importaba que fuera por trabajo —Además ganar un poco de dinero extra no viene mal —No era como si a él le hiciera falta, pero le gustaba sentirse como cualquier estudiante de universidad normal. Delante de ellos se desarrollaba una fiesta elegante en la cual ellos venían de meseros. Sonrió. Si su padre se enteraba le daría un infarto.
—Pensé que te gustaban los fideos instantáneos —comentó Jungkook, aunque su tono no era precisamente de broma, Yoongi sabía que a Jungkook le molestaba no poder tener mejores posibilidades económicas, a Yoongi no le molestaba, su madre le había enseñado a no estar muy apegado a las cosas materiales, por esa razón había decidido vivir en una de las residencias de la universidad, no estaba en la misma habitación que Jungkook, para mala suerte, pero era bueno poder pasar con él la mayor parte del tiempo posible. Sus respectivos compañeros de habitación ya se habían acostumbrado a tenerlos rondando por ahí, ya sea en el dormitorio de Yoongi o en el de Jungkook <<Cuando él no estaba trabajando>>. Tampoco le importaba adaptarse a un presupuesto limitado, bien se podría ofrecer a pagar algunos gastos, pero Jungkook, no aceptaría en lo absoluto. Él trabajaba medios turnos en cualquier parte que pudiera hacerlo, se esforzaba demasiado para solventar sus gastos universitarios y de paso poder ayudar a su abuela, era una persona sumamente responsable y demasiado maduro para su edad, desde que lo conoció en el instituto siempre había sido así, serio, trabajador y un poco antisocial. Todo lo contrario, a Yoongi.