Todos conocen a la coleccionista de Starr Park, ¿no? Pues aquí veremos más sobre su fanatismo por cierta repostera.. ¿Será solo admiración y fanatismo lo que siente?
Tengo una obsesión con este ship.
Star Park, ese parque tan conocido de atracciones donde podían encontrarse los brawlers, los encargados de entretener a personas de todas las edades en sus diferentes atracciones, con diferentes temáticas y más.
Pasando por la tienda de regalos, este lugar era..pues una tienda de regalos, sin más misterio. En esta trabajan un adolescente y una adulto joven, aquel adolescente tenía una apariencia normal que digamos, aunque esa chica era algo.. extraña; su cabello tenía un color blanco que llamaba la atención, era bastante palida y tenía unos dientes bastante afilados, no cualquiera se metía con ella, pues estos dientes eran bastante intimisantes
La coleccionista. (Narra Colette)
Estaba regresando a mi casa, terminé mi trabajo por fin en la tienda.. ¡Hoy hubo muchos clientes! Estoy algo cansada por el trabajo hecho hoy, y algo enojada.. Griff, vio lo mucho que trabaje, pero me volvió a pagar lo de siempre, una miseria.
En el camino a mi hogar comenzó a llover, por lo cual tuve que refugiarme.. y, por suerte mía, ¡me encontraba cerca de la pastelería de Piper! Vi el local cerrado, pero con una luz prendida, Piper aún se encontraba dentro. Decidí acercarme, observando por la ventana, al confirmar que la repostera estaba dentro, decidí llamar.
Esta fue a abrir, pues no dejaría a nadie mojarse a la lluvia que había, se sorprendió al verme, pues a decir verdad.. ¡Ella es mi brawler favorita! Soy una gran fan suya, me encanta obsérvala desde la distancia, tratar de saber todo lo que pudiera de ella y conseguir todo objeto relacionado a ella que pudiese. Noté algo de incomodidad en su mirada, pero accedió a dejarme pasar. Dentro de la pastelería, me abracé a la repostera. —¡Gracias por dejarme pasar! A pesar de.. la incomodidad que pueda darte..— Solté una ligera risa, observando a Piper, apartándose de ella para no incomodidadmás. Ante esto Piper suspiró algo aliviada. —De nada, cariño.. no iba a dejar que alguien se mojará ante la lluvia y agarrase un resfriado, ni aunque seas.. tú. — Piper trató de no verse muy borde ante lo que dijo, entendí el porqué decía esto, y no me molestaba en nada, seguí sonriéndole a la contraría, mostrando mis dientes
Dulce Francotiradora. (Narra Piper)
A decir verdad, no esperé encontrarme hoy con la coleccionista, mucho menos que pasará a mi repostería. Sentí algo de pena por ella, dejarla mojarse no era propio de mí. Seré sincera, ella no me cae mal, me atrevería a decir que es de las que mejor me caen entre los trabajadores del parque, a pesar de su clara obsesión, una parte de mi decía que Colette algún día actuaría de manera más calmada hacía ella. Observé como la albina ojeaba el lugar, decidí invitarla a unas galletas o algún pedazo de pastel de los cuales me sobraron, así al menos no desperdiciaba comida. La albina se vio soprendida ante mi pregunta. —¿En serio?.. Pues si no es de mucha molestia, me gustaría un trozo de pastel.— Observé a la albina hablando con cierta timidez, fui por un trozo de pastel sobrante del día, agarrando un cubierto para invitar a Colette a sentarse. Cuando la albina ya estaba comiendo, me retiré nuevamente a la cocina, limpiando unas pocas cosas que me dejé, de vez en cuando me quedaba observando a la coleccionista, me agradaba verla calmada, haciendo que sintiera mi corazón latir de manera ligeramente más rápida, algo a lo que no tome importancia. Mientras terminaba de hacer mi labor, observé a Colette llegando el plato hacía el fregadero. Sentí su mirada en mí, hasta que me hizo una pregunta. —¿Puedo ayudarte con algo? Podría lavar los platos o algo, así no tienes tanto que hacer.— Ella seguía viéndome con su expresión típica, pero su tono de voz era..calmado? Suspiré, sonriéndole amablemente a Colette, accediendo a que me ayudase.
La coleccionista.
Observé a Piper mientras terminaba, estaba barriendo bajo los asientos de la pastelería, yo me alcé las mangas un poco, para ayudar a la dulce francotiradora. Fui rápida al limpiar los platos y cubiertos, mientras ella finalmente guardaba los objetos de limpieza. Tras unos minutos ya estaba completamente limpió el lugar, era hora de cerrar completamente. Me dirigí hacía la puerta, viendo que aún llovía me sentí algo desanimada. La repostera me observó unos segundos, salió afuera abriendo su paraguas tras poner la llave y me ofreció la mano. —Puedo acompañarte hasta tu casa, para que no te mojes en el camino.— La miré entusiasmada, agarrando su mano y metiéndome bajo el paraguas. Caminé junto a ella hasta mi casa, la observaba de reojo, tratando de aguantar mis ganas de abalanzarme sobre ella y abrazarla hasta estar harta, a la vez sentí..¿Mariposas..?, en mi estomago..era una sensación rara, pero me gustaba. Finalmente llegamos a mi casa, me despedí de la repostera sonriéndole amablemente y dándole una vez más las gracias. Me metí a mi casa, dirigiéndome al salón me tiré sobre el sofa, tapándome la cara con una almohada ligeramente sonrojada.
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Pero bueno chavalines. Siento q ha sio alto rollazo lpm, ya pasarán cosas más interesantes en sifuientes capítulos si no me da cringe, pereza o algo, a ver si no me da pereza y sigo inspirao (ya ir pensando ideas pa darme XD)
Espero no acabar cancelando esto y que la pereza no me consuma
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