Prólogo

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-Nació una niña- Dijeron los doctores.
Su madre estaba más que emocionada, pero su abuela tenía una cara de asco en la sala de espera.
Cuando por fin dieron de alta a la niña con su mamá, su madre llamada Carla, registro a la niña solamente con sus apellidos: Gonzales Herrera.
Quizá su 'padre' se encontraba con otra mujer o tal vez viajando lejos de donde nació la niña.

Paso el tiempo, Carla tenía que trabajar dos turnos seguidos debido a que Francisco (El papá de Carla) había muerto, dejando a su esposa y a sus dos hijas sin esperanza.
Cuando Carla se iba a trabajar, su mamá y su hermana se hacían responsables de Lucia.
Ellas cuidaron de Lucia, le cambiaban los pañales, incluso se dedicaron a enseñarle a caminar antes del año de edad y de quitarle el pañal al año y medio para no batallar con eso de los pañales.
Carla era como, el papá. Ella se iba a trabajar, aportaba el dinero a la casa y compraba lo necesario con su sueldo, a Lucia nunca le faltó algo...
Lucia se despertaba todos los días y veía que su mamá no se encontraba junto de ella y corría hacia donde estaba Teresa (Su abuela y decía:
-Mamá Tere, ¿Donde está mi mamá - limpiándose las lagañas con su muñeca y bostezando.
-Mi amor, ahorita regresa tu mamá ¿Si? ¿Quieres comer algo?- Dijo mientras la cargaba hasta llevarla a sí cara para plantarle un beso en la frente.
-Está bien, vamos.
Su tía, Carrie, se despertaba, desayunaba con Lucia y después de esto, las dos se iban a la sala a molestar a los vecinos con la música a todo volumen. O a veces salía a jugar con su amiga Yexalen, aunque en realidad salían a caerse y a burlarse de todo, apenas tenían 2 años ¿Qué más podían hacer?

Llorar es aceptable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora