ミ ︪︩ ▸ ࣪Conseguir Tu Corazón ◟༉‧₊˚

Capítulo 17

Puntualmente, Rayne estuvo tocando la puerta el domingo en la mañana en la habitación de Mash y Finn, a penas le abrieron la puerta recibió una almohada llena de furia.

—¿Quién diablos está aquí tan temprano, un domingo?— Preguntó molesto Finn, mientras regresaba a ocultarse en las sábanas de su cama.

—Son las 7, Finn, no es tan temprano —Dijo Rayne mientras regresaba el cojín a la cama de su hermano, siendo tomado con brusquedad.

—Es lo mismo, lo aceptaría si fuera las 9, ¡Pero las 7 es demasiado temprano!—Puso la almohada sobre sus ojos.—Mash está cepillándose los dientes en el baño, váyanse en silencio.

—Gracias Finn, la próxima vez no te despertaré tan temprano—Acaricio los cabellos de su hermano y este se dio vuelta para seguir durmiendo.

Espero unos minutos observando como Mash aparecía en la habitación ya listo y peinado, Rayne le hizo una señal de que guardara silencio y salieron de la habitación.

—Buenos días Mash, perdón por sacarte así, Finn estaba de mal humor por despertarlo— Dijo mientras caminaban hacia la salida del colegio.

—No te preocupes, a mí me sorprendió cuando me dijiste la hora, pero, ¿A donde iremos tan temprano?

—Oh, planeaba desayunar contigo afuera, luego visitar algunas tiendas.— Tomó la mano de Mash y la entrelazó con la suya, caminando en dirección al pueblo.

—Oh, ya veo— Observó a Rayne por unos minutos y luego llevó su mirada al frente.—¿Rayne crees que...podríamos ir a ver a mi padre un momento?

—¿Prefieres desayunar allí?—Vio como Mash se tomaba unos segundos para pensar.—Tengo una idea, ¿Qué te parece si compramos desayunos aquí y los llevamos para comerlos allá?, Aprovechando que es muy temprano, podemos sorprender a tu padre.— Mash asintió totalmente de acuerdo.

—Me gusta la idea— Le dio una sonrisa en grande, que termino por hacer sonrojar al gran Rayne Ames, quien terminó desviando la mirada hacia algún lugar sin especificación.

Tal como dijeron, compraron desayunos para los tres (y algunos panecillos extras) y emprendieron el viaje a la casa de Mash.

Llegaron en tiempo récord, aún habían pocas personas saliendo de sus casas, que saludaron a los jovenes a penas los vieron y estos devolvieron el saludo. A penas estuvieron frente a la casa de Regro, Mash no se espero para tocar la puerta, el dueño de la casa demoró unos buenos minutos para abrir la puerta, cuando salio, aún estaba en pillama y con una mano tallaba su ojo, aún somnoliento.

—Papá, estamos en casa.—Mash lo abrazó.

—Buenos días Suegro, estamos en casa.—Mash lo miro feo, y él solo contesto con una ceja alzada.

—¿Eh?, Mash, Rayne, que agradable es tenerlos aquí, ¿Pero no es muy temprano?— Fue ajeno al intercambio de miradas.

—Yo también pensé lo mismo papá, pero queríamos sorprenderte.

—Bueno, no se queden afuera, pasen, pasen.— Todos pasaron a la casa, Rayne y Regro se dirigieron a la cocina a servir los desayunos, mientras Mash acomodaba la mesa, una vez hecho, se sentaron a desayunar en tranquilidad mientras comentaban de cualquier tema al azar, al ser un día tan agradable, Regro ofreció ir al río a pescar.

—Pero, no tenemos cambio de Ropa en caso de mojarnos— Rayne fue la voz de la consciencia.

—Te puedo prestar algunas de mis prendas— Dijo decidido Mash.

—Mejor, solo observaré de lejos—Rayne no estaba seguro de que la ropa de los dos pequeños hombres frente a él pudieran caberle.

—Bueno...— Mash formó un puchero que derritió el corazón de Rayne.